Más opiniones de verano...


A veces suelo escuchar frases como “lo que hay que hacer es comer lo de toda la vida, nada de suplementos o productos industriales, agua para beber, comida “natural” y ejercicio físico intenso”. Se trata de corrientes de opinión al estilo del verso de José Manrique: cualquier tiempo pasado fue mejor.


Es verdad que nuestro cerebro tiende a recordar el pasado en positivo, pero nuestro pensamiento analítico debe prevalecer. Nuestros ancestros, cazadores y recolectores, eran más fornidos, más altos y más delgados, pero eran tiempos muy duros, en los que la naturaleza sacrificaba sin dudar a los más débiles. Su comida era diferente, contenía más proteínas, fibra, ácidos grasos Omega3, vitaminas y polifenoles de frutos silvestres, calcio, hierro etc etc. Pero pasaban períodos de carestía, sufrían accidentes de caza (y a veces eran comida de depredadores) y tenían una vida media de poco más de treinta años.

Ahora engañamos a la naturaleza viviendo por encima de la edad fértil (límite natural), saciamos nuestros instintos primarios y les convertimos en objeto de culto evitando, hasta el límite, la incomodidad, el sufrimiento físico, etc. ¿Cómo pretendemos tomar solo lo bueno de ambas formas de vida tan diferentes? ¿Cómo podemos pensar que en nuestras ciudades, con nuestro estilo de vida, podemos ser tan fuertes y poderosos como nuestros ancestros y, a la vez, vivir tanto tiempo como nuestros telómeros nos permitan?

Hay que reconocer que nuestra especie ha cambiado nuestro planeta. Nuestra tecnología nos ha desviado de nuestros orígenes de forma incontestable e irreversible.

La tecnología es nuestro recurso y nuestro futuro, el conocimiento nos permite continuar adaptando nuestro entorno e, incluso, nuestra propia especie.

Existe una palabra que define, en medicina, un concepto fundamental como es el equilibrio interno, la homeostasis. Nuestro organismo tiende a mantener ese equilibrio que llega a ser crítico en muchos de nuestros sistemas (la sangre, por ejemplo, tiene un margen muy estrecho para variar su pH). Nosotros podemos ayudar a nuestro organismo a mantener ese equilibrio aportándole los nutrientes necesarios y permitiéndole que desarrolle las vías de metabolización, creación y eliminación de desechos para la que a través de la evolución está perfectamente preparado.

La medicina del futuro tenderá a mantener ese equilibrio a base de corregir anomalías genéticas y ayudar a una adecuada expresión de estos genes, reestablecer vías metabólicas, aportar nutrientes etc

Llegaremos a tener una buena madurez si somos capaces de mantener los niveles hormonales y metabólicos y, en ello, será fundamental aportar los elementos (nutrientes, suplementos…) que permitan ese equilibrio. Vamos conociendo lo que los aportes de ciertos elementos significan para el organismo (triptófano y serotonina por ejemplo) y sabemos que el ejercicio físico es clave para mantener el metabolismo humano. La clave es que, de momento, lo que funciona exige sacrificio, dedicación y ponerse en manos de buenos profesionales. Voy a poner algunos ejemplos:

El ejercicio físico es imprescindible, pero no vale cualquier tipo de ejercicio. Ahora sabemos que tiene que activarse la AMPk y eso obliga a una prescripción individual y controlada del ejercicio físico (actividad física terapéutica).

Los antioxidantes son necesarios, pero también sabemos que tomar antioxidantes exógenos pueden evitar mecanismos oxidativos defensivos.

Suplementos vitamínicos y minerales pueden no ser deseables en determinados procesos y a determinadas concentraciones

De todo ello podemos sacar algunas conclusiones. La primera es que el concepto de vuelta atrás no es posible y, en cualquier caso, sería negativo incluso para grupos aislados de población. La segunda es que el conocimiento científico es el que nos permitirá llegar en las mejores condiciones a nuestra madurez y, en ello, será muy adecuado invertir recursos que, en nuestra sociedad significa dinero. Hay que dedicar parte de nuestro sueldo a contratar un buen entrenador personal y un buen nutricionista (en masculino o en femenino) que, bajo la supervisión médica, serán los encargados de aplicar los conocimientos actuales a la prevención y mantenimiento de nuestra salud

Sé que los recursos que se destinan a suplementos, comidas, gimnasios, ropa deportiva etc son, no ya suficientes, sino incluso elevados, lo que ocurre, probablemente es que están mal utilizados. Se compran suplementos inútiles, se hacen ejercicios ineficaces y se lleva ropa deportiva como moda más que para usarla. Hay que hacer un esfuerzo y buscar buenos profesionales, porque el conocimiento lo empezamos a tener, el problema es que algunos lo estudian y otros simplemente lo copian.

Comentarios

Blanchard ha dicho que…
Es una lástima que haya mucha gente que confíe tanto en una etiqueta o un anuncio de TV, sólo porque el consejo les sale gratis y creen que se ahorran a profesional. Se sienten menos "timados", cuando lo que hacen es caer en el pozo del gasto inutil con botes y pastillas indefinibles. Aún queda, Dr. Villegas, para conseguir el objetivo.

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