Siguen los argumentos favorables a la dieta de nuestros antepasados homínidos



Los expertos no se ponen de acuerdo sobre el nivel de calorías aconsejable procedente de los lípidos. Lo que parecía inmutable hace unos años cuando todos pensábamos que un 30 a 35 % de las calorías totales ingeridas podían provenir de las grasas (en una dieta equilibrada), se cuestiona en la actualidad, a pesar de la epidemia de alta ingesta de calorías que padecemos. De hecho, en los últimos años, es en la ingesta de grasas en lo que más ha evolucionado la investigación en nutrición humana y ácidos grasos como los omega 3 se han convertido en el constituyente “princeps” de muchos alimentos funcionales.

¿Por qué esa divergencia entre especialistas?

Todos estamos de acuerdo en que los ácidos grasos saturados deben ser ingeridos con precaución. También lo estamos en que hay que equilibrar la ingesta de omega 6 / omega 3 y, finalmente, también hay un criterio generalizado de que el DHA es un ácido graso que no debe faltar en la composición de la leche materna bajo ninguna circunstancia.

Lo que se cuestiona, actualmente, es si una cifra de un 20% de calorías procedentes de los lípidos mejora la salud de la población, disminuye la obesidad o previene enfermedades como las cardiovasculares. Nadie ha conseguido demostrarlo con rotundidad, al contrario, lo que parece es que el sobrepeso no es tan dependiente del consumo de grasa, sino de otros factores mucho más importantes, como son la actividad física, el consumo de hidratos de carbono simples (particularmente fructosa) y hábitos sociales.

En este contexto, simplificando podríamos decir que lo que empiezan a concluir los especialistas es que tenemos que hacer más ejercicio, comer menos carbohidratos simples, aumentar la ingesta de fibra, equilibrar los ácidos grasos omega 6 / omega 3 (aumentando estos últimos con respecto a los primeros), evitar ácidos grasos “trans” y controlar las calorías totales.

¿Les suena a los lectores de este blog?

Efectivamente, volvemos a nuestra raíz paleolítica. 

Quien esté interesado en descargarse el libro de la FAO de 2012 sobre las grasas, puede hacerlo en este enlace:

Enlace

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
concretamente en qué nos perjudican los ácidos grasos saturados ?¿

¿ Ancel Keys o hay algo más ?

Gracias
Dr Villegas ha dicho que…
Keys, como muchos visionarios, tendió a exagerar sus conclusiones, pero al pasar el tiempo, lo que ha quedado claro es un hecho incuestionable, las tribus que viven de la caza y la recolección (inuit, aborígenes australianos, indios amazónicos, bosquimanos, pigmeos...) no tienen aterosclerosis. Lo que se ha añadido a las aportaciones de Keys es el carácter inflamatorio de la aterosclerosis y la ausencia de alusiones a la actividad física. De este modo, el tridente de la cardiopatía isquémica en la actualidad, se asienta en el sedentarismo (obesidad, diabetes II..), alta ingesta de grasas saturadas (no solo colesterol) y desequilibrio n6/n3 que favorece la inflamación crónica.
Anónimo ha dicho que…
sigo sin saber en que afectan las grasas saturadas .
Ya que habla de las tribus , los masai se inflan a grasa saturada , los esquimales tres cuartos de lo mismo , los suizos igual , los franceses también ... ... ...
Dr Villegas ha dicho que…
En mi opinión se han cometido tres errores en el pasado inmediato, en relación con las grasas
1.- Se ha subestimado su proporción en la dieta occidental (y ahora hay divergencias sobre cuanto bajar su contribución a las calorías totales)
2.- Se ha demonizado a las grasas saturadas, es cierto.
3.- Se ha ignorado a los ácidos grasos n3 (particularmente DHA)
4.- Se ha hecho campaña de los n9 exclusivamente por motivos económicos.

Esa es mi opinión personal, que coincide bastante con estudios de la importancia de éste

http://www.update-software.com/BCP/WileyPDF/EN/CD002137.pdf

Para los lectores menos especialistas, lo que dice el artículo, que se basa en estudios muy amplios sobre todos los datos publicados al respecto, es que no hay suficientes evidencias como para sostener el criterio vigente de disminuir las grasas de la dieta por ser las causantes de las enfermedades de la civilización.

Básicamente ese estudio apoya los criterios de la dieta paleolítica, tal como decía en mi artículo, es decir, lo verdaderamente relevante en la civilización actual es la falta de una actividad física intensa, asociado a ingesta de carbohidratos simples, falta de fibra y desequilibrio n6/n3
Anónimo ha dicho que…
jajaja , pues entonces estamos de acuerdo ¿ no ?

Muchas gracias doctor :)
Anónimo ha dicho que…
Seguro que nuestros antepasados también comían naranjas. Mi familia las compra en esta web: www.naranjasvalldigna.com y están buenísimas, totalmente recomendables. Además, te las traen a casa en 24 horas, que no tienes ni que salir a comprarlas. Un saludo!

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