Todo esto es puro marketing y sacaperras...
Recientemente ponía en facebook un enlace a una publicación en
la página web www.drvillegas.es sobre la
aplicación de los suplementos a modo de generalidad para que sirviera de esquema
general y pudiera utilizarse por los deportistas de cualquier modalidad.
Evidentemente no es la prescripción individual deseada, pero puede servir de
marco para establecerse la propia suplementación con criterios algo más
rigurosos de lo que habitualmente se hace siguiendo el consejo de los “supuestamente”
experimentados colegas de entrenamiento.
Me sorprendió la respuesta de un corredor que descalificaba
lo que se proponía en el enlace con el criterio de que lo natural es una comida
sana y no se debía tomar ninguna otra cosa. Argumentaba que todo era estrategia
comercial.
Bien, es una opinión respetable que un lector con sentido
crítico valorará en su justa medida. No obstante, me dejó con la intención de
manifestar algo que está más allá de la simpleza de “lo natural es no tomar
nada aparte de una buena comida”.
Es absolutamente cierto que para una persona que realiza
ejercicio físico para mantenerse en buen estado de salud, no se necesitan
suplementos especiales, sino una dieta equilibrada (cosa, por cierto, nada
fácil es una sociedad en la que se consumen demasiado alimentos procesados,
carbohidratos simples y contaminantes diversos). Sin embargo, eso no descalifica
a un grupo de población, cada vez más numeroso, que se dedica al deporte con un
grado de exigencia cercano a los deportistas de alto nivel. Son personas que
compiten en las carreras populares y que entrenan planificadamente, con alto
grado de exigencia y empleando, a veces, materiales muy sofisticados
(bicicletas de alta tecnología, zapatillas con una elaboración muy técnica y
cara, ropa con cualidades especiales de transpiración etc etc). A este amplio
grupo es al que yo me dirigía, y he de decir, que este grupo sí precisa
suplementación seria y rigurosa que es la que pretendo ofrecer con mi marca.
Sería una pena que un corredor de triatlón que es capaz de
gastar un dineral en una bicicleta, despreciara los conocimientos que la nutrición
aplicada al deporte ha ido asumiendo en las dos últimas décadas. No se puede,
ni debe, pasar a todos por el mismo tamiz y hacer afirmaciones como “todo eso
es puro marketing y son unos embaucadores”. El mundo de la suplementación
deportiva mueve mucho negocio y en él están los buitres de siempre, al igual
que lo están en el mundo del comercio en general o en otras áreas de la
actividad humana, pero hay un caudal de conocimientos obtenidos del alto nivel
y que proceden de la imposibilidad legal de tomar sustancias prohibidas, que ha
permitido que la experimentación con las llamadas “ayudas ergogénicas”
permitidas, haya crecido del modo que lo ha hecho en estos años.
Uno de los ejemplos lo conozco en primera persona ya que
llevo investigándolo más de 15 años y es el ácido docosahexaenoico.
Efectivamente, no hay nada que objetar a quien zanja la necesidad de omega3 en
la dieta diciendo que con tomar 3 ó 4 veces pescado azul o marisco a la semana,
se consume el necesario. Sin embargo, ésta afirmación conlleva añadidos que se
dan por sentados y que son muy importantes. Por ejemplo, no se dice nada del
grado de contaminación por metales pesados que puede suponer la ingesta de
grandes depredadores, como el atún, muy ricos en omega3, pero también,
potenciales fuentes de ciertas cantidades de mercurio. Tampoco se comenta que
si el resto de la dieta es muy rico en ácidos grasos omega6, seguiremos
manteniendo una dieta proinflamatoria, aun con dicha cantidad de pescado.
¿Lo adecuado es que todo el mundo tome suplementos de omega3?
¡Tampoco!
Lo adecuado es estudiar la dieta y modificar los aspectos que
pueden equilibrarla de forma natural, pero si observamos la necesidad de una
suplementación de omega3, no hay que tenerle miedo, tan solo hay que ser cautos
y buscar el que realmente es rico en DHA absorbible y utilizable por el
organismo como lo hace de las fuentes naturales.
Anunciar un suplemento de un omega3 que cumpla esas
condiciones, no es marketing, sino prescripción facultativa del máximo interés,
como lo puede ser un antibiótico.
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