Más sobre los Omega-3
Hace algún tiempo que vengo comentando, tanto en el blog, como en diversos foros, la trascendencia del ácido graso docosahexaenoico (DHA) tanto desde el punto de vista de estudios en fisiología, como en su aplicación práctica en patologías como la cardiopatía isquémica. No obstante, últimamente se vienen publicando meta-análisis contradictorios sobre los resultados en pacientes publicados en diferentes estudios, lo que ha llevado a la sociedad norteamericana de cardiología a no incluir estos tratamientos en sus guías terapéuticas, recomendando tan solo los ácidos grasos omega-3 de pescado o cápsulas de aceite (1 g/día) para la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular en prevención secundaria -la Sociedad Europea de Cardiología recomienda simplemente, tomar pescado al menos dos veces a la semana (una de ellas, pescado azul)-. Este hecho choca frontalmente con los estudios epidemiológicos, en los que se ha encontrado que la suplementación con aceite de pes