¿Hay relación entre la microbiota intestinal y la neurotoxicidad?
La barrera hematoencefálica es una formación densa, que actúa como un freno al paso habitual de sustancias del plasma a las células del cerebro. Se trata de células endoteliales que están entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central. La barrera impide que muchas sustancias tóxicas la atraviesen, al tiempo que permite el paso de nutrientes y oxígeno. De no existir esta barrera muchas sustancias nocivas llegarían al cerebro afectando su funcionamiento. Siempre hemos tenido constancia, en medicina, de la importancia fundamental de esta barrera para, por ejemplo, el paso de fármacos al cerebro en casos en que nos interesara o evitándolo cuando no fuera así, pero ahora comenzamos a saber que hay enfermedades, dietas y sobre todo, la propia microbiota intestinal que la pueden modular, dando lugar a un aumento de su permeabilidad no deseable. En ratones se han hecho experimentos con madres a las que se ha provocado una liquidación de gérmenes (dentro de límites posi