Acaban de cambiar las recomendaciones de grasas...
La Organización Mundial de la Salud, responsable de las políticas internacionales de salud, ha actualizado las recomendaciones referentes al consumo de grasa. En su nueva publicación, la OMS concluye que “hay suficiente evidencia de que la sustitución de grasas saturadas por grasas poliinsaturadas reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular y la evidencia apunta hacia una posible relación entre el consumo de grasas poliinsaturadas y una reducción del síndrome metabólico y la diabetes.”
Así, las nuevas recomendaciones de la OMS son:
Grasas totales 20-35%
Poliinsaturadas 6-11%
• Omega 6: 2,5-9%
• Omega 3: 0,5- 2%
Monoinsaturadas 15- 20%
Saturadas < 10% Trans <1%
Esta noticia la he copiado textualmente del comunicado de la OMS.
Definitivamente, parece que nuestras sesudas autoridades van acercándose a lo que hemos aconsejado en este Blog y argumenté en el libro sobre Alimentación de ayer, de hoy y de mañana escrito hace varios años.
Aún así, una diferencia de 15% en el porcentaje de calorías procedentes de las grasas es mucha cantidad para establecer una guía seria. Lo mismo podría decirse del porcentaje del 6 al 11% en poliinsaturados y de la relación de Omega 3 / Omega 6 ya que poner Omega 6 entre un 2,5 y un 9%, más que una recomendación parece una curva de Gauss (sigo viendo mucha presión de multinacionales en todo esto...)
Personalmente sigo apostando por el rango más alto en Omega 3 y más bajo en grasas totales.
Mis recomendaciones son:
Grasas totales 20 %
Poliinsaturadas 11%
• Omega 6: 2,5 %
• Omega 3: 2%
Monoinsaturadas < 10% Saturadas < 10% Trans <1%, es decir, ninguna (si es posible).
Y, por encima de todo, no olvidar la ingesta mínima de DHA (docosahexaenoico) que, para los que no vivimos a pie de playa y de puerto pesquero, nos obliga a tomarlo funcionalmente, es decir, obtenerlo de un nutracéutico suficientemente seguro y biodisponible (Brudy plus) (ver suplementos...)
Así, las nuevas recomendaciones de la OMS son:
Grasas totales 20-35%
Poliinsaturadas 6-11%
• Omega 6: 2,5-9%
• Omega 3: 0,5- 2%
Monoinsaturadas 15- 20%
Saturadas < 10% Trans <1%
Esta noticia la he copiado textualmente del comunicado de la OMS.
Definitivamente, parece que nuestras sesudas autoridades van acercándose a lo que hemos aconsejado en este Blog y argumenté en el libro sobre Alimentación de ayer, de hoy y de mañana escrito hace varios años.
Aún así, una diferencia de 15% en el porcentaje de calorías procedentes de las grasas es mucha cantidad para establecer una guía seria. Lo mismo podría decirse del porcentaje del 6 al 11% en poliinsaturados y de la relación de Omega 3 / Omega 6 ya que poner Omega 6 entre un 2,5 y un 9%, más que una recomendación parece una curva de Gauss (sigo viendo mucha presión de multinacionales en todo esto...)
Personalmente sigo apostando por el rango más alto en Omega 3 y más bajo en grasas totales.
Mis recomendaciones son:
Grasas totales 20 %
Poliinsaturadas 11%
• Omega 6: 2,5 %
• Omega 3: 2%
Monoinsaturadas < 10% Saturadas < 10% Trans <1%, es decir, ninguna (si es posible).
Y, por encima de todo, no olvidar la ingesta mínima de DHA (docosahexaenoico) que, para los que no vivimos a pie de playa y de puerto pesquero, nos obliga a tomarlo funcionalmente, es decir, obtenerlo de un nutracéutico suficientemente seguro y biodisponible (Brudy plus) (ver suplementos...)
Comentarios
Gracias por todo
La insaturación se refiere al doble enlace que pueden tener (CH=CH), lo que se puede indicar mediante la letra C y los subíndices m:n, siendo C el carbono, m el número total de átomos de carbono y n el de insaturaciones (por ejemplo, en el ácido oleico, con 18 carbonos y un solo enlace insaturado, la identificación sería C18:1). Otra denominación, más habitual, es la de nombrar la posición del doble enlace dentro de los últimos 7 carbonos de la cadena a partir del grupo metilo terminal, ocupando la posición 3 (serie n3 u Omega3) o la posición 6 (serie n6 u Omega6) (el linolénico sería un representante de los Omega3. El araquidónico sería un Omega6).
El organismo humano puede sintetizar los ácidos grasos de la familia Omega-9, pero no puede sintetizar los de la familia Omega-6 u Omega-3. Entre ellos está el linoleico, el araquidónico y el linolénico. Los vegetales en cambio, pueden sintetizar los de la familia Omega-6 y algunos de ellos (especialmente las algas marinas microscópicas), pueden sintetizar la familia Omega-3. Los peces, por ejemplo, acumulan Omega-6 y Omega-3 y lo hacen a partir del plancton marino que consumen.
El cerebro es el órgano más graso del cuerpo; un 60% está formado por lípidos: diversos tipos de sustancias similares a los ácidos grasos. Su contenido en DHA (docosahexaenoico; un omega 3) es de 20 gramos y parece que este ácido graso está ligado al desarrollo de nuestra especie porque tiene características físico-químicas únicas.
El problema es que ahora no tomamos apenas alimentos ricos en este ácido graso (pescado salvaje). La solución es aportarlo mediante su ingesta en cápsulas y ahí viene el problema ya que es muy oxidable, siendo la forma natural de su consumo (fosfolípido que es como está en la grasa del pescado) es complicada y muy cara. Si se da como éster etílico (la mayoría de las cápsulas de Omega 3 del mercado) entones es menos biodisponible y se oxida más. Mi grupo ha trabajado con un triglicérido (forma más natural de absorción) que lo contiene en forma de lo que se llama lípido estructurado. En esa forma es más biodisponible y se oxida menos. Esas cápsulas son las que yo le recomiendo a mis pacientes (Brudy technology).
Si se toman más ácidos grasos omega 6 con respecto a los omega 3 (también en términos de nuestra adaptación evolutiva), entonces dispararemos unas sustancias que derivan de los ácidos grasos insaturados, que son las prostaglandinas y eicosanoides de las series 2 y 4 (frente a las 3 y 5 que son las que derivan de los omega 3) cuya acción es mucho más pro inflamatoria; es decir, tenderemos a padecer enfermedades de componente inflamatorio crónico
Respecto a las proteínas, la cuestión no solo es la cantidad total, sino equilibrar el desayuno para no forzar un catabolismo de proteínas (las proteínas no se almacenan) cuando el desayuno es el habitual en nuestro país (muy pobre en proteínas). Yo aconsejo tomar un suplemento proteico exento de grasa en el desayuno junto a fruta, leche desnatada y cereales