Actualmente centra la atención de los especialistas en nutrición aplicada al deporte, unos compuestos llamados glucosinolatos, precursores de biomoléculas como el sulforafano (1-isotiocianato-4-(metilsulfinil)-butano). ¿Por qué? En realidad se trata de un fitoquímico en estudio debido a sus propiedades antimicrobianas, anticarcinogénicas y quimiopreventivas demostradas en animales de experimentación. Estas propiedades se estudian en relación con patologías como determinados tipos de cáncer o la enfermedad de Parkinson. Por ejemplo, reduce el número de células de leucemia linfoblástica aguda en ensayos realizados "in vitro", según una investigación publicada en la revista "Plos One" por científicos del Baylor College of Medicine (Estados Unidos). También se sabe que aumenta las células protectoras del sistema inmune llamadas linfocitos intraepiteliales que están presentes en el estómago y en la piel, siendo la primera barrera protectora capaz de prot
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