¿Beber sin sensaciĆ³n de sed?
Bueno, pues ya me tenĆ©is aquĆ retractĆ”ndome de otro de
los argumentos que suscribĆa hace tiempo debido a mi falta de experiencia
personal. Se trata de la hidrataciĆ³n por encima de la sensaciĆ³n de sed.
Para la medicina del deporte, la patologĆa por calor
siempre ha sido y es, una preocupaciĆ³n. En este sentido, hay un argumento muy
importante, que es el hecho de que por un golpe de calor (la forma mƔs grave),
puede fallecer una persona (que por otro lado, puede estar perfectamente sana
previamente). Pero por otro lado, las formas mĆ”s benignas de patologĆa por
calor (insolaciĆ³n, mareos, dolor de cabeza..), de entrada, van asociadas a una pĆ©rdida de rendimiento
deportivo.
La producciĆ³n de calor durante la actividad fĆsica
intensa puede llegar hasta 800 a 1.000 Kcal/hora lo que supone una elevaciĆ³n de
1 ĀŗC cada 5 minutos. Si no tuviĆ©ramos forma de eliminarlo eficazmente, en unos
15 minutos pondrĆamos en serios problemas a nuestro organismo. Sin embargo, la
evoluciĆ³n en un entorno de fuerte calor ambiental en el que estuvimos
evolucionando durante decenas de miles de aƱos, nos dotĆ³ de un mecanismo muy
eficaz para evitar ese calor acumulado, la sudoraciĆ³n y posterior evaporaciĆ³n.
En efecto, la evaporaciĆ³n de un litro de sudor disipa 580 kcal, lo que es suficiente
en la mayor parte de las ocasiones, para mantener nuestra temperatura
constante.
Ahora bien. ¿QuĆ© factores afectan a la evaporaciĆ³n del
sudor?
Externos: a) Temperatura alta. b) Humedad relativa
elevada. c) UtilizaciĆ³n de prendas de fibra.
Internos: a) Gran sobrecarga calĆ³rica. b) Alta
intensidad de la actividad fĆsica. c) Mal estado previo del balance
hidrosalino. d) Insuficiente ingesta de lĆquidos durante la exposiciĆ³n al
calor. e) Falta de aclimataciĆ³n.
Es decir, hay que preocuparse si hace mucho calor y la
humedad es alta (se suda pero no se evapora el sudor), si se usan prendas
inadecuadas (todavĆa hay personas que utilizan sudaderas de plĆ”stico para
eliminar grasa, lo que es un error de concepto grave), o bien si se bebe poca
agua (la sudoraciĆ³n mĆ”xima -en no aclimatados- se sitĆŗa entre 0,8 y 1,9 l/h y
en aclimatados aĆŗn mĆ”s, y ese lĆquido hay que reponerlo).
La deshidrataciĆ³n produce la disminuciĆ³n del volumen
plasmĆ”tico y por tanto del volumen del latido cardĆaco. Por otra parte, para la
misma intensidad del ejercicio, la frecuencia cardĆaca (FC) es mĆ”s elevada,
especialmente en los esfuerzos submƔximos. En los mƔximos disminuyen el VO2
max, los niveles de lactato y la duraciĆ³n del ejercicio, y segĆŗn Houston y sus
colaboradores, la fuerza y la resistencia disminuyen entre un 31 y un 33%.
Con todas estas premisas, es de suponer que la
principal preocupaciĆ³n de los mĆ©dicos del deporte, haya sido insistir en la
hidrataciĆ³n de los deportistas, tanto durante los entrenamientos como en
competiciĆ³n. Esta preocupaciĆ³n ha sido recogida por la industria que
inmediatamente, ha utilizado todos estos argumentos para obtener una leyenda
lĆ³gica e intuitiva: “Hay que hidratarse lo mĆ”s posible”. Se tratarĆa, entonces,
de un argumento vƔlido para los mƩdicos y extraordinariamente interesante para
los fabricantes de bebidas para deportistas.
Con el tiempo, el deporte se fue popularizando,
llegando miles de personas a llenar carreras populares, pistas, zonas de
entrenamiento e incluso calles de ciudades. El nĆŗmero y la posibilidad de
ventas masivas, llevĆ³ a los fabricantes a ofertar lĆquidos diversos, para
favorecer la hidrataciĆ³n. Es mĆ”s, cuando observaron los niveles de ventas y la
posibilidad de mercado, organizaron asociaciones como el Observatorio EspaƱol
de Salud e HidrataciĆ³n (OHS), dirigido por ANFABRA (AsociaciĆ³n Nacional de
Bebidas no alcohĆ³licas).
Otro organismo es el Instituto europeo de hidrataciĆ³n http://www.europeanhydrationinstitute.org/es/
Y ahĆ nos tienen a todos los mĆ©dicos (incluyĆ©ndome yo)
aconsejando beber lĆquidos por encima de la sensaciĆ³n de sed, para no estar
deshidratados (de hecho, mi grupo de investigaciĆ³n trabajĆ³ en un estudio sobre
hidrataciĆ³n que nos encargĆ³ ANFABRA).
Y a todo esto,
siempre me he preguntado por quƩ no era suficiente el mecanismo de la sed y por
quĆ© habĆa que aconsejar beber agua antes de tener la sensaciĆ³n de sed. ¿Algo en
nuestra evoluciĆ³n funcionĆ³ mal?
Y, nuevamente, la experiencia prƔctica: Si es
necesario beber esas cantidades de agua recomendadas ¿Por quĆ© maratonianos de
Ć©lite pueden ganar la carrera con apenas una ingesta de medio litro por hora?
Bueno, pues me voy al estudio original que dio lugar a
la oleada de recomendaciones posteriores y analizĆ”ndolo encuentro que no se interpretĆ³
bien.
El estudio al que me refiero lo realizaron dos
fisiĆ³logos sudafricanos en 1969: Wyndham CH, Strydom NB: The danger of an
inadequate water intake during marathon running. S Afr Med J 1969;43:893–896.
Estudiaron corredores que hacĆan 32 km y llegaron a la
conclusiĆ³n de que la temperatura corporal de los atletas que se deshidrataron
por encima de un 3% de su peso corporal previo a la carrera, vieron aumentada
su temperatura corporal a niveles que consideraron inaceptables, proponiendo
que un porcentaje de deshidrataciĆ³n de ese nivel conducirĆa a un golpe de calor
y a un posible fallecimiento del corredor. La publicaciĆ³n de este artĆculo tuvo
una gran consecuencia prĆ”ctica ya que se referĆa a la falta de rigor de la
regla nĀŗ 165.5 de la International Amateur Athletic Federation’s Rul que
estipulaba que los corredores de maratĆ³n no podĆan beber ningĆŗn lĆquido antes
de la marca de 11 km y que despuĆ©s, solo podĆan beber cada 5 kilĆ³metros
(despuƩs de la regla de 1953 en la que se afirmaba que: "Los refrigerios
solo se proporcionarĆ”n por los organizadores despuĆ©s del kilĆ³metro 15 y cada 5
km”. Entonces se consideraba un signo de debilidad beber durante la carrera.
A partir de los resultados de su estudio original,
Wyndham y Strydom concluyeron que los corredores de maratĆ³n deben tratar de
beber 250 ml de lĆquido cada 15 minutos durante el ejercicio (1.000 ml / h).
Este valor corresponde estrechamente tasas de sudoraciĆ³n promedio de los
atletas durante esa carrera (correr en condiciones relativamente frĆas). AsĆ, estos
autores proponĆan que los atletas deben beber para mantenerse 'por delante de
sed' para asegurar que no perdieran mƔs de 3% del peso corporal durante el
ejercicio.
Finalmente, apareciĆ³ la industria, que apoyĆ³
fuertemente la investigaciĆ³n en este campo, lo cual, inicialmente es favorable,
aunque la realidad ha demostrado que debido al caso Dodge contra Ford Motor
Company en la corte de Michigan en 1919, en la que se sentenciĆ³n que las
empresas que cotizan pĆŗblicamente deben presentar un retorno de su inversiĆ³n en
investigaciones patrocinadas por ellas. Pues bien, el retorno necesario para la
industria de bebidas deportivas de Estados Unidos fue el crecimiento masivo de
la facturaciĆ³n anual de USD 217 millones en 1985 a USD 2.690 millones en 2003.
Este crecimiento en las ventas se produjo precisamente en el momento que los
atletas estaban siendo asesorados por los comitĆ©s cientĆficos que pasaron de
restringir la bebida (hasta 1969) hasta beber tanto como fuera posible (1987 a
2007).
En este contexto, nos hemos movido los especialistas que
asesoran instituciones como el prestigioso National Health Service (NHS), o a
la publicaciĆ³n ‘on-line’ de este Institutol NH Choices recomiendan
“beber de seis a ocho vasos de agua (u otros lĆquidos) al dĆa para prevenir la
deshidrataciĆ³n. En el Reino Unido la Hydration for Health
(H4H), organizaciĆ³n esponsorizada por la multinacional francesa
Danone (que vende el agua embotellada Evian), recomienda beber de un litro y
medio a dos litros de agua al dĆa, afirmando que se trata del “consejo mĆ”s
simple y sano sobre hidrataciĆ³n que puedes dar“. En EspaƱa el Observatorio de
HidrataciĆ³n y Salud (OHS) iniciativa impulsada por la
AsociaciĆ³n Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes AnalcohĆ³licas (ANFABRA)
que tambiĆ©n patrocina campaƱas tan interesantes para la salud pĆŗblica
como “Un refresco,
tu mejor combustible” para la prevenciĆ³n de la fatiga en la conducciĆ³n. La
campaƱa del Observatorio de HidrataciĆ³n y Salud de este aƱo, bajo el imperativo y
sugerente tĆtulo de ¡No te deshidrates!, contĆ³ con el respaldo
del Ministerio de Sanidad,
PolĆtica Social e Igualdad, la OrganizaciĆ³n MĆ©dica Colegial de EspaƱa (OMC) y la FundaciĆ³n
QuirĆ³n. En 2014 El Consejo General de Colegios Oficiales de FarmacĆ©uticos (CGCOF),
a travĆ©s de la VocalĆa Nacional de FarmacĆ©uticos de AlimentaciĆ³n, puso en
marcha una nueva ediciĆ³n de la campaƱa de hidrataciĆ³n, en esta ocasiĆ³n con el lema “Cinco
Claves en hidrataciĆ³n”. Una iniciativa que cuenta con la colaboraciĆ³n y
patrocinio de Aquarius y Coca-Cola EspaƱa. Y
ahora, la compaƱĆa Aguas Font Vella y LanjarĆ³n aboga por la
colaboraciĆ³n con diferentes organismos y entidades con el objetivo principal de
“divulgar los beneficios del agua mineral y promover la hidrataciĆ³n saludable”,
como la ‘CampaƱa de HidrataciĆ³n’ que llevĆ³ a cabo en 350 centros de AtenciĆ³n
Primaria de CataluƱa, en colaboraciĆ³n con el Servicio de EducaciĆ³n Sanitaria y
Programas de Salud de la DirecciĆ³n General de Salud PĆŗblica de la ConsejerĆa de
Sanidad de la Generalitat de CataluƱa.
Yo mismo puedo afirmar que cuando firmamos el consenso
de la FederaciĆ³n EspaƱola de Medicina del Deporte, quien pagĆ³ los gastos de la
estancia y viajes de los especialistas fue la compaƱĆa Coca Cola.
¿QuĆ© sacar en conclusiĆ³n de todo ello?
Pues me hubiera quedado satisfecho pensando que el
patrocinio de estas empresas nos beneficiaba a todos si no hubiera sido por que
mi experiencia ha sido contraria a este mantra colectivo y sobre todo, si no
hubiera leĆdo artĆculos de investigaciĆ³n mĆ”s serios y rigurosos y no
patrocinados, en los que se cuestionan los argumentos validados en tantos
escenarios que siempre tenĆan detrĆ”s a la industria, como el resultado de la
investigaciĆ³n de Noakes publicada en Ann Nutr Metab 2010;57(suppl 2):9–17 con el
tĆtulo tan sugerente de: Is Drinking to Thirst Optimum?, en la que publica que
no hay evidencia cientĆfica que demuestre que el consumo de agua mĆ”s allĆ” de
los dictados de la sed, produzca un resultado mƔs favorable para el rendimiento
deportivo. Incluso llega a afirmar que la posibilidad es que beber con
moderaciĆ³n durante el ejercicio es ergogĆ©nico mientras que beber 'para
mantenerse por delante de la sed' incluso puede poner en peligro el rendimiento
del ejercicio en algunos casos.
AsĆ pues, me quedo tranquilo, ahora comprendo que la
evoluciĆ³n nos ha dado un mecanismo muy eficiente, la sed, al que hay que estar
atento y conceder el verdadero valor.
Otra pieza del puzzle establecida. ¡OjalĆ” siga
teniendo el blog para desahogarme algunos aƱos mƔs!
ArtĆculo referido:
Is Drinking to Thirst Optimum? Noakes T.D. Ann Nutr
Metab 2010;57(suppl 2)
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