Trabajar sentados ¿Hay alternativa?
Recientemente se ha vuelto a la
carga contra el trabajo “sentado” durante horas que impone nuestra sociedad
actual basada en el uso del ordenador. Hace años, se generó una moda entre las
empresas tecnológicas de Silicon Valley de trabajar de pie con mesas adaptadas
y sistemas apropiados para situar los monitores a la altura adecuada de forma
que se mantuviera una condición ergonómica. Sin embargo, tal iniciativa se
quedó en una más de las acciones “diferentes” que marcaban el trabajo de dicho
tipo de empresas (como el de tener fruta fresca a disposición durante todo el
día, realizar estancias cortas en otras secciones de la compañía o descansar
por actividad y no por días trabajados).
Incluso se publicaron estudios de
tipo epidemiológico al existir suficiente número de empleados que trabajaban de
pie, lo que permitía compararlos con los sujetos que trabajaban sentados. Sin
embargo, los resultados prácticos no han sido tan contundentes como se esperaba
en un principio y de los 43 estudios analizados en un informe de la American
Journal of Preventive Medicine ninguno parecía arrojar pruebas claras al
respecto.
En el área de las ciencias del
deporte, la gran cantidad de deportistas que pasan largas horas sentados al
día, ha hecho que los fisiólogos se pregunten si afecta en algo al estado de
rendimiento generado por el entrenamiento. En un estudio en más de 16.000
personas en Dinamarca, Eriksen encontró, que los sedentarios que más tiempo
pasaban sentados, la capacidad cardiorrespiratoria era menor, lo cual no
ocurría entre los que realizaban una actividad física moderada o vigorosa. Los
autores concluyeron algo que parecía obvio, permanecer largo tiempo sentado
influye sobre el fitness cardiorrespiratorio especialmente en aquellos
individuos que mantienen hábitos de baja actividad física en su vida diaria.
Nuevamente, si nos fijamos en
nuestra condición evolutiva, parece razonable pensar que estamos preparados
para estar parte del día en una actividad física intensa (caza) y otra parte en
una situación de relax y de socialización (actividades junto al fuego). Todo
ello en el marco de sociedades nómadas con períodos de intensa actividad
física. Largas estancias sentados, día tras día, en nuestra sociedad actual,
con el ordenador delante como única referencia, nos aleja de la preparación
evolutiva de nuestro metabolismo y nos lleva a un estado fisiológico poco
favorecedor de la salud. Quizás fuera más conveniente aplicar el sentido común
y encontrar períodos de movimiento (pasear, subir escaleras…) alternando con
los períodos de permanecer cómodamente sentados.
Por cierto, si me lee alguno de
mis colegas de trabajo, encontrará la razón de que me levante cada hora, haga
ejercicios isométricos de cuádriceps y baje y suba las escaleras un par de
veces. Así se percatará de que hay una razón para tan supuesta extravagancia.
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