¿Y para los resfriados no hay nada?
En medicina del deporte, se
acepta que el ejercicio agudo y crónico altera el número y función de las
células del sistema inmune innato –por ejemplo, neutrófilos, monocitos y
células NK circulantes-. Sin embargo, no
sabemos si el ejercicio altera la migración de las células inmunes innatas y
hay muy poca información sobre los efectos del ejercicio en las células
dendítricas, lo que es una lástima dada la poderosa influencia de estas células
en la iniciación de la respuesta inmune.
Lo que sí podemos decir es que
hay linfocitosis durante e inmediatamente después del ejercicio y que es
proporcional a su intensidad, hasta retornar a valores previos a las 24 horas.
En cualquier caso, mientras se justifica desde un punto de vista científico,
los médicos que nos dedicamos a la medicina del deporte, tenemos que lidiar con
una especial susceptibilidad a las infecciones banales (resfriados, por
ejemplo), en deportistas a los que tratamos de forma habitual.
En este contexto, tenemos la
posibilidad de acudir a la fitoterapia, y no de una forma exenta de rigor y sin
el control al que los médicos estamos habituados con los fármacos, sino desde
la perspectiva científica y con el control adecuado.
El primer producto que suelo
emplear son los beta-glucanos, del que yo utilizo el (1-3)(1-6) β-D-glucanos
denominado lentinano, que se extrae de forma directa de una cepa del hongo
Shiitake (Lentinus edodes). El producto se llama Micelian Inmune y ya le he
dedicado un artículo en el blog anteriormente. http://latiendadehector.com/micelian-inmune-dv-2
El otro producto que aplico en estas
fechas, es la equinácea. Y no soy yo solo, en el Departamento de Rehabilitación
y Medicina del Deporte de la Clínica Universitaria de Friburgo, se realizó un
estudio clínico sobre la influencia de la equinácea purpúrea en el sistema
inmunológico de los atletas. Se observaron un total de 42 deportistas a lo
largo de 30 días, que recibieron equinácea purpúrea o placebo. Entre los
parámetros de valoración se controlaron la incidencia de infecciones
respiratorias, el comportamiento de los linfocitos y su grado de actividad y la
reacción inflamatoria inducida por la sobrecarga física medida por las
concentraciones séricas de IL-6 (interleucina 6, una glucoproteína segregada
por los macrófagos, células T, células endoteliales y fibroblastos). Pues bien,
los resultados del estudio mostraron una activación de los macrófagos y un
aumento de la liberación de IL-6, lo cual explicaría el hecho de que los
deportistas tratados con equinácea purpúrea, al contrario de los que recibieron
placebo, no presentaran ninguna infección respiratoria durante la totalidad del
período de ensayo.
La equinácea purpúrea pertenece
al grupo de los inmunomoduladores, que incluye tanto agentes biológicos,
incluidas determinadas sustancias vegetales, como fármacos de origen sintético.
Estos inmunomoduladores se caracterizan por influir de formas muy diversas,
cualitativa y cuantitativamente, sobre las células inmunocompetentes activándose,
a través de ellos, diversos mecanismos de protección frente a agentes extraños
tales como virus, bacterias, etc.
Esas propiedades
inmunomoduladoras son:
- La equinácea purpúrea aumenta
la capacidad fagocítica de los macrófagos y los granulocitos.
- Aumenta la fagocitosis de
virus, bacterias y células tumorales mediante un efecto opsonizante (La
opsonización por anticuerpos es el proceso por el que se marca a un patógeno
para su ingestión y destrucción por un fagocito).
- Potencia de liberación de
citoquinas, por ejemplo, el factor de necrosis tumoral (TNF), la interleucina 1
(IL-1) y la interleucina 6 (IL-6)
- Aumenta la liberación de
radicales de oxígeno por los macrófagos, los cuales están destinados a destruir
determinadas estructuras como ADN, ARN, proteínas, lípidos, etc., que son
elementos estructurales de los microorganismos.
- Estimula los linfocitos T
colaboradores.
- Ejerce una actividad virostática
que puede atribuirse a un efecto tipo interferón
En los últimos años se han
realizado varios estudios clínicos controlados doble ciego, y los resultados
demuestran el efecto profiláctico de la equinácea purpúrea sobre las recidivas
y la mejoría de los síntomas clásicos de las afecciones respiratorias
analizadas (particularmente el resfriado común).
Disponemos, por tanto, de la
fitoterapia (rigurosa y garantizada) para ayudarnos en estas épocas de
resfriados generalizados.
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