Alimentos con valor añadido
Al margen de la suplementación
puramente deportiva, los conocimientos actuales en nutrición humana nos
permiten disponer de una gama amplia de productos naturales con incidencia
directa en nuestra salud que, no olvidemos, es la primera condición para el rendimiento
deportivo. La condición biológica es trascendental a la hora de la adaptación
al entrenamiento. Dentro de estos nutrientes básicos, tenemos algunos que hemos
comentado ya, como los beta glucanos, polifenoles, ácidos grasos omega3, fibra
dietética y otros. Vamos a repasarlos en un único artículo y vamos a proponer
formas alternativas de obtenerlos, bien por la vía de los alimentos naturales
(siempre preferible), o bien, mediante suplementos en los casos en los que
estos alimentos no sean habituales en la dieta.

Fructanos, como la inulina, que
estimula el crecimiento de la microbiota intestinal -no dejaremos de hablar de
este tema ya que es capital-. Se le llama prebiótico por promover el crecimiento
de microorganismos que disminuyen el riesgo de infección intestinal. Los
encontramos en cebollas, puerros, patatas, espárragos, ajos, alcachofas,
achicoria, etc. Estos alimentos estimulan la flora intestinal para absorber el
calcio. Enlace
Compuestos fenólicos, que son
antioxidantes y previenen de enfermedades cardiovasculares. El té verde, cacao
(chocolate 85%,
arándanos, uva negra, grosella etc son fuentes
ricas en ellos.
Isotiocianatos (responsables del
sabor agudo de ciertos vegetales pertenecientes a la familia de las
crucíferas). En dichas especies vegetales se encuentran como glucosinolatos.
Cuando se dañan o rompen las células vegetales, la enzima mirosinasa es
liberada y cataliza la hidrólisis de los glucosinolatos formando los
isotiocianatos. El brécol o brócoli se llama también la verdura milagrosa, esto
tiene que ver con la concentración elevada de compuestos orgánicos de azufre
como los glucosinolatos, glucorafaninas y sobre todo sulforafano. De todas las
variedades de la familia de las crucíferas el brécol es la fuente más potente
de los glucorafaninas, de las cuales el cuerpo puede sintetizar el sulforafano.
La vitamina K2 (Menaquinona; un
subgrupo de la vitamina K), producida por las bacterias que se encuentran en el
tracto gastrointestinal. La vitamina K2 puede dividirse en dos categorías
adicionales, llamadas: MK-4 (menaquinona-4), una forma de cadena corta de
vitamina K2 que se encuentra en la mantequilla, las yemas de huevo y los
alimentos de origen animal y MK-7 (menaquinona-7), una forma de cadena larga de
vitamina K2 que se encuentra en los alimentos fermentados. La MK7 se extrae del
producto japonés de soja llamado Natto. También puede obtener MK7 consumiendo
quesos fermentados (Enlace).
Beta glucanos: Las levaduras,
consideradas hongos medicinales, son derivados de beta glucanos notables por su
capacidad para modular el sistema inmunitario. Son polisacáridos de monómeros
D-Glucosa y normalmente se presentan como celulosa en las plantas, en el
salvado de los granos de cereales, en la pared celular de la levadura del
panadero o en algunos hongos, setas y bacterias. En el sistema nervioso
central, el beta glucano Lentinan activa las células microgliales, las que
eliminan restos de células del cerebro y desempeñan un papel positivo en el
Alzheimer, el sida, lesión de isquemia y esclerosis múltiple. El beta 1,3
D-glucano debe tomarse con el estómago vacío, para obtener mejor resultado, a
través de las células intestinales avanza hacia los ganglios linfáticos, e
interactúa con los macrófogos en beneficio de la función inmune (Enlace).
Ácidos grasos Omega3, entre los
cuales destaca con brillo propio el DHA, un ácido graso clave en nuestra
evolución del que hemos hablado extensamente (Enlace).
Aislado de suero de leche. Posee
gran poder anabólico gracias a un contenido elevado en aminoácidos ramificados
y en aminoácidos precursores de antioxidantes naturales (glutation), lo que lo
convierte en ideal para entrenamientos de sobrecarga y para alcanzar el mínimo
proteico en dietas de adelgazamiento (Enlace)
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