Un Quijote en Sudáfrica, el prof. Tim Noakes y su lucha contra los molinos de viento de la dieta convencional

A día de ayer 11 de junio de 2018, el Prof. Tim Noakes fue declarado inocente de todos los cargos en los procedimientos en su contra por parte de las autoridades médicas sudafricanas. Esta es su segunda absolución; la primera fue en abril de 2017, aunque fue apelada. 

El prof. Noakes, fue acusado de poner en peligro al público y de "conducta no profesional" por dar consejos "no convencionales" a una madre que estaba amamantando, y a la que comentó que podía dejar a su hijo con una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas. Este tweet único, que se publicó en febrero de 2014, desató más de 4 años de audiencias, con Noakes defendiéndose a sus propias expensas y bajo la amenaza de perder su licencia médica.

Aparte de la relevancia personal que tiene el tema, ya que estamos en plena controversia de las dietas bajas en carbohidratos para tratar distintos padecimientos, la propia figura del Profesor Noakes es digna de mención.

Yo le conocí en algún congreso internacional de medicina deportiva, en donde aproveché para manifestarle mi respeto y admiración por habernos puesto en nuestro sitio a todos los médicos del deporte que hasta los años 90 del siglo pasado, nos empeñábamos en hidratar por todos los medios a los corredores para evitar el golpe de calor en los maratones y demás pruebas que empezaron a reunir a grandes masas de deportistas llamados “populares”. El fue capaz de demostrarnos que el ión sodio era el elemento importante a considerar y que la intoxicación por agua (en base al empeño en darle bebidas a los corredores en los avituallamientos, era un error, ya que la inmensa mayoría de las bebidas comerciales eran bajas en sodio).

Yo mismo fui testigo de esta situación cuando diseñamos una bebida para deportistas para una multinacional del sector y pusieron muchísimas pegas con el sabor porque decían que no se podía vender algo así (por su sabor salado). 

Años después, con su peculiar valentía y empeño, defendió el criterio de que la bebida hay que suministrarla cuando aparece la sensación de sed, y basó su investigación en estudios de laboratorio y en estudios con tribus de cazadores (bosquimanos). Llegó a escribir un libro al respecto, lleno de curiosidades sacadas de nuestra evolución como homínidos cazadores.

En los últimos años, andaba en plena cruzada contra los criterios generales de la dietética en general y contra la nutrición aplicada al deporte, en particular. Su propio descubrimiento de una diabetes 2 en un maratoniano, cuestionó el origen real de la enfermedad y le situó en vanguardia de las dietas muy bajas en carbohidratos y altas en grasa. 

Su defensa a ultranza de esta dieta y su proliferación en las redes sociales, le llevaron a la amenaza de pérdida de su licencia como médico, lo que ha ganado en los juicios posteriores.

La historia de la medicina del deporte y de las ciencias de la alimentación humana, le darán la razón por completo, como se la dieron con el sodio y la hidratación, en su momento, a pesar de la presión de la industria de las bebidas para deportistas (antes) y de la farmacología para tratar la diabetes 2, ahora