Hablando de nuevo del magnesio...
En
este blog he escrito un par de veces sobre el uso de suplementos de magnesio. A
este respecto, recuerdo un programa que me encantaba en mi época de adolescente
que se llamaba “La clave” y la dirigía José Luis Balbín. El programa consistía
en la emisión de una película y la posterior mesa redonda a la que se invitaban
a personajes ilustres, lo cual para la época (años 70) era muy novedoso. Era
una época en que solo se podía hablar en círculos de menos de cinco o seis
personas o te arriesgabas a oír un “circulen” como mínimo (si es que no
consideraban que eras merecedor de ir al TOP (tribunal de orden público)). Pues
bien, uno de esos debates se estableció en torno a la alimentación e invitaron
a dos figuras de la nutrición de aquélla época, el profesor Grande Covián y el
profesor Varela. Grande Covián estuvo trabajando muchos años en USA e hizo
importantes aportaciones a la ciencia de la nutrición humana (fue el descubridor
de que la malnutrición podía afectar “directamente” al desarrollo intelectual
infantil (estudios que hizo en Méjico). También invitaron a una farmacéutica
que acababa de publicar un libro de éxito en el que defendía que nuestra dieta
era deficitaria en magnesio y que había que tomar suplementos de este mineral.
Ni
que decir tiene, que en el debate dejaron un poco en ridículo a la pobre mujer,
entre otras cosas, por el simple hecho de ser más y de ser varones (vuelvo a
insistir en la época). Pero lo curioso no fue que para ser la primera vez que
oí que los suplementos de magnesio eran necesarios debido al empobrecimiento
del suelo cultivable y, posteriormente de los alimentos consumidos, lo realmente
importante fue observar cómo reaccionó el público en el debate abierto que
siguió en radio nacional, al debate televisivo. Curiosísimamente, la gente
intervino criticando a los profesores por su “chulería”, por su “prepotencia”
etc e hicieron causa común con la farmacéutica. Fue la primera vez que entendí
que los debates frente al público los ganan, no los que más saben, sino los que
tienen más habilidades sociales o son más guapos o parecen más indefensos y
buenas personas. Lo menos importante era lo que se sabía en términos de
conocimiento científico, lo que prevaleció fue la oratoria, presencia, aspecto
etc
Traigo
esto a colación, porque recientemente estoy asistiendo a debates de este tipo
entre colegas que trascienden a los medios y generan seguidores (a veces tan
acérrimos y fieles como los seguidores de clubs de fútbol). La llamada dieta
paleo está generando esos debates y, creedme, amigos lectores, jamás
participaría en uno de esos (no quiero jugar en campo ajeno y con el árbitro
comprado).
Dicho
esto, una de las cosas importantes que hay que plantear en este momento, son
las consecuencias que tiene para los deportistas, la nueva moda y los cambios
dietéticos -drásticos- que provoca. Uno de ellos es el déficit de magnesio que
yo ya observé en culturistas por los años 80 y 90 y que pueden empezar a ser
epidemia en la nueva moda hiperproteica.
Ya
saben mis lectores que sigo empeñado en que una dieta equilibrada nos debería
aportar todo el magnesio que el cuerpo necesita, lo que ocurre, es que la
masiva ingesta de proteínas animales unido al refinado de alimentos y a la nula
ingesta de legumbres y escasa de vegetales, pueden significar un nuevo problema.
Además de una alimentación inadecuada, nuestro cuerpo pierde paulatinamente el
magnesio que absorbe, y una de esas pérdidas es la excesiva sudoración en
actividades físicas intensas.
La cantidad diaria recomendada
de magnesio es de 300 a 400 mg, para personas adultas.
Algunos ejemplos de alimentos
vegetales donde se encuentra el magnesio son:
• verduras: hortalizas de hojas
verdes
• legumbres: soja, alubias,
garbanzos y lentejas
• frutos secos: nueces,
almendras, avellanas y pistachos
• cereales: trigo, mijo y arroz
y también se encuentra en cantidad importante en el cacao.
Ya saben que de lo que se come,
sólo el 30 – 40% del magnesio es absorbido por nuestro organismo y uno de los
aspectos más importantes (que no debe olvidársenos) es que juega un papel muy
importante en el metabolismo de la vitamina D, la hormona-vitamina tan
importante en nuestro organismo y tan deficitaria actualmente (es el problema
de seguir la dieta de los cazadores y recolectores a pie juntilla, la
exposición constante a los medios externos –sol incluido- y los propios
alimentos, han cambiado radicalmente).
Recuerden los lectores que la
EFSA (Agencia de Evaluación Alimentaria Europea), ha concedido dos alegaciones de
salud al magnesio en relación con la cognición y el desarrollo muscular (ver enlace).
Y ya saben, suplementos
estudiados y garantizados en la web de mi “chiqui” www.europa21.es
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