Recapitulando
Ante las preguntas de algunos interesados, he estado
revisando los últimos datos y actualizaciones de diversas ayudas ergogénicas y
he observado un hecho curioso que paso a comentar. Muchos de los últimos
artículos publicados comentan algo redundante, los estudios con ratas
demuestran que esos compuestos son ergogénicos, sin embargo los que se realizan
en deportistas no lo confirman. No obstante, cuando se trata de sujetos poco
entrenados, vuelve a aparecer actividad. ¿Por qué?
Damos por sentado que los suplementos son para deportistas
con alta exigencia y con elevados regímenes de entrenamiento y nos olvidamos de
las adaptaciones orgánicas que provoca el entrenamiento bien dirigido. Un
ejemplo son los antioxidantes endógenos, otro la carga de glucógeno, otro la
regulación al alza de transportadores y señalizadores celulares etc etc.
Existen ciclos de sustrato muy activos en los deportistas bien entrenados y
lanzaderas metabólicas enormemente utilizadas. Sin embargo, el deportista mal
entrenado, con poco o mal asesoramiento, sin los períodos adecuados de descanso
ni la dieta bien controlada, es el que responde bien a ayudas como el malato de
citrulina, la beta alanina, el HMB, los antioxidantes, vitaminas y minerales
etc etc.
Observo a estudiantes inscritos en el gimnasio que
frecuento, que llevan pastillas, batidos, bebidas etc, y me pregunto cuántos de
ellos siguen un entrenamiento programado por un buen profesional, qué tan bien
comen al estar fuera de sus casas (los que residen fuera), a cuantos botellones
renuncian y así sucesivamente. No me canso de insistir en que el deportista
actual es el cazador de hace 50.000 años y eso es bueno, pero.. ¿Y la dieta? ¿Es
la misma?
Antes de pensar en la suplementación, sería bueno tomar
algunas medidas generales
1)
Dejarse asesorar por un buen preparador físico
2)
Establecer y seguir adecuadamente las pautas de
descanso y adaptación a los ciclos
3)
Modificar la dieta incluyendo pre y probióticos,
alimentos fermentados, ensaladas y verduras, frutas completas, pseudocereales
como la quinoa, maca etc, pescados azules, frutos secos, guisos caseros,
moluscos, sangre cocinada y vísceras (hígado), etc
4)
Eliminar carbohidratos simples y dejarlos solo
para tomar en deportes de larga duración en función del mantenimiento y carga
de glucógeno. Disminuir ácidos grasos omega6 (aceites de maíz, soja etc),
eliminar grasas trans y tomar con precaución los alimentos procesados.
Por otro lado, he observado que muchos deportistas utilizan
ayudas ergogénicas válidas pero lo hacen sin seguir las prescripciones hechas
en función de los estudios realizados. Dan la Glutamina fuera de ciclo, toman
la beta alanina de manera inadecuada, utilizan la creatina como si todos fueran
lanzadores de peso y así sucesivamente. Existen en el mercado cientos de
productos que –supuestamente- han demostrado de una u otra forma su acción
ergogénica, sin embargo, todos los entrenadores de deportistas de élite saben
que hay dos factores clave, de una parte un entrenamiento individualizado y
riguroso, hecho por un experto, de otra, el llamado entrenamiento invisible que
se compone de varios pero importantes factores:
1) Dieta; 2) Descansos y ayudas como masajes, baños fríos etc; 3) Suplementos
adecuados y bien prescritos; 4) Apoyo psicológico. Todos los pilares soportan
el éxito deportivo y todos son importantes de manera que cuando el éxito no
llega, hay que revisar todos y cada uno de esos pilares.
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