Sobre las carnes rojas
En la llamada “dieta
paleolítica” se promueve el consumo de carnes rojas debido a la consideración
(correcta por otra parte) de que nuestra condición metabólica está mucho más
cerca de los carnívoros que de los animales vegetarianos. Sin embargo, hay un
hecho que los seguidores de dicha dieta con más criterio, conocen muy bien, y
es la enorme diferencia en los nutrientes que obtenemos al comer carne de
animales salvajes con respecto a los pastadores cautivos que habitualmente
comemos.
En mi libro sobre
alimentación ponía este texto:
“Quiero hacer un inciso en
este punto, ya que aunque le resulte un poco pesado al lector poco aficionado a
las palabrejas técnicas, es muy demostrativo de la importancia de lo que
comentamos en términos de dieta evolutiva. Se trata de un carbohidrato
perteneciente a los llamados azúcares ácidos, que es el ácido siálico (se trata de un carbohidrato
de 9 carbonos, componente estructural y funcional de vital importancia en los
gangliósidos cerebrales y que desempeña un papel primordial en la transmisión
nerviosa, el desarrollo de la memoria y la comunicación entre células). Pues bien,
existe una familia de compuestos pertenecientes a este grupo llamada ácido
N-glicolilneuramínico (Neu5Gc) que tiene una especial relevancia ya que es una
de las pocas biomoléculas que diferencia al ser humano de los primates
superiores. La cuestión es que nosotros no podemos formar esa sustancia porque
no tenemos la enzima que la forma (el gen lo tenemos, pero en algún momento
hace millones de años dejó de expresarse), eso significa que no existía en el
tejido de los homínidos, y si en el de los monos como el chimpancé (este tema
tiene una gran importancia paleoantropológica porque es de las pocas
diferencias entre los primates y nosotros). Pues bien, los homínidos no lo
tenían, mientras que en nosotros se encuentra en pequeñas cantidades. Parece
que el origen de esta presencia pudiera ser la dieta, ya que es muy mal
digerida y la poca que se absorbe, se acumula en los tejidos; lo malo es que es
una sustancia con poder antigénico y puede estar relacionado con el tipo de
enfermedades que ahora suponen una auténtica plaga, las enfermedades
autoinmunes e inflamatorias”
Muy bien, pues tenemos
investigaciones recientes que confirman este hecho y van más allá al relacionar
la presencia de este compuesto con el desarrollo de tumores.
Y es que el cuerpo ve a las
carnes rojas como un invasor externo que debe ser eliminado, provocando la
emisión de una reacción inmunitaria tóxica que produce cáncer. De hecho, los
investigadores siempre se han cuestionado cómo los carnívoros pueden tener una
alimentación basada en una dieta alta en carnes rojas sin tener ninguna
consecuencia adversa para la salud. Ahora se ha descubierto que el cerdo, el
vacuno y el cordero contienen el Neu5Gc que se produce naturalmente por otros
seres carnívoros pero no por el ser humano. Al no tener relación con ese
compuesto previa a la dieta, el organismo humano reacciona como ante un agente
potencialmente agresivo, desencadenando una respuesta inmunitaria y produciendo
anticuerpos que a su vez generan inflamación y eventualmente cáncer.
En otros carnívoros, el
sistema inmunológico no se activa dado que esta azúcar, llamada Neu5Gc, ya se
encuentra en el cuerpo y, por otra parte, los tejidos tumorales humanos tienen
mucha mayor cantidad de este compuesto, lo que indujo a grupos de
investigadores a experimentar con modelos de ratón especialmente criados que carecían
de la molécula Neu5Gc (imitando los seres humanos). En los ratones que
recibieron anticuerpos, se generó la inflamación, y los tumores crecieron con
mayor rapidez. Por el contrario, en los ratones de control que no fueron
tratados con anticuerpos, los tumores eran menos agresivos.
Los científicos de la
Universidad de California comprobaron, entonces, que los ratones que se
encontraban genéticamente alterados para no producir esta azúcar desarrollaron
tumores al momento de ingerirla, relacionando la presencia de Neu5Gc en la
dieta, la inflamación de bajo grado crónica y la génesis de tumores.
Pues bien, fíjense en las cantidades de Neu5Gc que depositarían
distintos alimentos si se ingiriesen a diario: 10.000 microgramos para la carne
de vacuno; 5.000 para la carne de cerdo o cordero; 5.000 para el queso de
cabra; 800 para el salmón; 700 para la leche de vaca. Mientras que tan sólo
sería de 20 a
30 para la carne de pollo y pavo, atún y bacalao, siendo 0 para frutas,
hortalizas y legumbres
¿Por qué eliminamos ese ácido siálico? Pues en su momento porque nos confería una ventaja evolutiva
http://anthropology.net/2008/07/10/why-cant-humans-produce-neu5gc/
¿Por qué eliminamos ese ácido siálico? Pues en su momento porque nos confería una ventaja evolutiva
http://anthropology.net/2008/07/10/why-cant-humans-produce-neu5gc/
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