Carnosina y envejecimiento
Hace poco escribí que si
la Creatina fuera más cara y pudiera patentarse, se habría convertido en una
especie de medicamento milagroso que sería recetado por muchos médicos para
multitud de patologías. Lo avancé, en su momento, cuando publicamos el éxito
obtenido al aplicar actividad física y creatina a pacientes con fibromialgia.
Ahora voy a comentar un
tema similar con otro suplemento de parecidas circunstancias, la carnosina.
La carnosina está siendo
estudiada en profundidad en la última década, de tal forma que si buscamos en
PubMed nos salen 1994 citas referentes a la palabra <>
con más de 780 estudios publicados, principalmente por investigadores rusos y
japoneses.
Se trata de un dipéptido
que se puede formar por el cuerpo de los aminoácidos beta alanina e histidina
con la ayuda de la enzima carnosina sintetasa. Se encuentra principalmente en
los tejidos de larga vida tales como tejido nervioso y muscular, así como en
otros tejidos inervados. La absorción de la carnosina de los alimentos es de
aproximadamente 30-70%, dependiendo del número de aminoácidos diferentes en la
comida.
Quizás el efecto más
importante de la carnosina es la actividad anti-glicosilación, que es uno de
los procesos clave del envejecimiento. El enorme impacto de este proceso en la
salud comienza a conocerse mejor en el mundo científico.
Cuando hay niveles altos
de glucosa en la sangre, ésta reacciona con ciertos aminoácidos creando
estructuras de proteínas que no funcionan, y muchos de estos efectos
son mediados por la glucosilación
no enzimática (o glicación) de
proteínas que lleva a la formación de los llamados productos finales de
glucosilación avanzada (AGEs por
sus siglas en
inglés). La glicación se debe a la reacción entre el grupo carbonilo de
azúcares reductores como la glucosa, fructosa, galactosa, manosa y ribosa, con los
grupos amino libres, principalmente con
el amino terminal y con los de lisina y arginina, en ese orden de reactividad y sin
la participación de enzimas. Esta sucesión de reacciones modifican de
manera irreversible a las proteínas, principalmente aquéllas de vida media
larga como el colágeno, acumulándose y modificando a su vez la arquitectura y
propiedades funcionales de los tejidos; entre éstos, el de la membrana basal de
los vasos sanguíneos. En este sentido, diversos estudios experimentales
sugieren que los AGEs tienen un papel muy importante en las complicaciones
asociadas a la diabetes y al envejecimiento, como: nefropatía, retinopatía, Alzheimer,
disfunción eréctil y testicular, aterosclerosis, neuropatía, disminución de la
elasticidad cutánea y fibrosis pulmonar
Así pues, el
envejecimiento y la diabetes se relacionan de manera tal que el efecto de la
diabetes sobre muchos órganos y tejidos a menudo se describe como un
envejecimiento acelerado. Muchas de las complicaciones que afectan a las
personas diabéticas —por ejemplo: cataratas, hipertensión, aumento de la
susceptibilidad a infecciones y ateroesclerosis- son idénticas a las
alteraciones que se presentan en la vejez, pero aparecen precozmente.
Bajo condiciones fisiológicas,
la generación de AGEs ocurre de manera constante y en equilibrio, por
mecanismos de degradación y eliminación de los mismos. Este proceso ocurre a
través de un mecanismo de endocitosis mediada por receptores como el carroñero
de macrófagos y previene contra los efectos deletéreos secundarios a la
acumulación de dichos productos
Pues bien, la Carnosina
bloquea esta reacción perjudicial. La Carnosina tiene una relación estructural
con los lugares que ataca el aldehído reactivo, con lo que las inactiva y
elimina. De forma indirecta, la carnosina facilita la eliminación de AGEs
ayudando a los macrófagos a reconocer mejor estas moléculas inactivándolas.
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