Doctor, estoy harto de padecer lesiones musculares...
En la consulta personal,
es muy frecuente que acudan deportistas que han tenido lesiones musculares
tratadas por otros profesionales y vienen con la pregunta de qué deben hacer
para prevenirlas. El fútbol es, por la doble circunstancia de ser el deporte más
practicado en nuestro país, y el hecho de ser muy propenso a las lesiones
musculares recurrentes, el que se lleva la palma de las consultas.
¿Puede hacer algo la
dieta y los suplementos para evitar las lesiones musculares repetidas en el
deportista?
Bueno, si nos fijamos en
el jugador de fútbol que más se conoce por sus constantes lesiones musculares (Prosinecki),
tendremos algunas claves para ver qué ocurre en los deportistas que se lesionan
tanto y, por ello, qué debemos hacer para evitar ese comportamiento.
El primer factor que se
le apreciaba fue el sobrepeso. Su abandono en este sentido, fue tan evidente
como el de otros muchos jugadores geniales posteriores (Ronaldo, Ronaldinho,
Maradona…).
El segundo, su falta de
descanso (eran famosas sus salidas nocturnas en Madrid)
El tercero, la ausencia
total de una dieta adecuada. Comía en función de su propio criterio adaptado a
una cocina de restaurantes (alta en grasas y azúcares simples).
El cuarto, el desprecio
absoluto por los métodos de recuperación (frío, relajación, suplementación…) y
por una hidratación adecuada.
Estas son las palabras del entonces médico del Real Madrid, José Martínez (Pirri).
"Todo jugador necesita el descanso adecuado, una alimentación acorde en un deportista, no beber, no fumar... Son factores psicológicos que pueden favorecer las molestias musculares de cualquier jugador",
"Todo jugador necesita el descanso adecuado, una alimentación acorde en un deportista, no beber, no fumar... Son factores psicológicos que pueden favorecer las molestias musculares de cualquier jugador",
El músculo esquelético es
un órgano que al contraerse puede liberar factores de crecimiento y factores
anabólicos como el factor 1 de crecimiento parecido a la insulina (IGF-1, por
sus siglas en inglés) y otros mediadores de las citosinas musculares o tipos de
miosina. El daño muscular excesivo asociado con el sobreuso o por lesiones
produce la liberación de citocinas inflamatorias. La inflamación es necesaria
al principio porque se repara el tejido dañado y se genera hipertrofia. El daño
tisular originado por la destrucción de fibras musculares, ocasiona la
liberación de productos intracelulares al medio, capaces de activar a las
células residentes, las cuales, a través de la secreción de mediadores
proinflamatorios, activan a su vez a las células endoteliales de los vasos
musculares, iniciándose la adhesión de los leucocitos a las paredes de los
vasos y su posterior extravasación para dirigirse al foco lesional inflamatorio.
Cuando la inflamación se descontrola, los niveles altos de esos señalizadores
se convierten en promotores de procesos destructivos para los tejidos.
En este sentido, evitar
la inflamación cronificada es clave, y para ello, nada mejor que recordar los
efectos tan directos de los ácidos grasos Omega3.
También sabemos que uno
de los factores más habituales de lesión se produce cuando se incrementa
súbitamente el entrenamiento o las competiciones. La recarga de glucógeno tras
el agotamiento de una sesión larga de entrenamiento, es capital. Específicamente,
esta restauración se puede lograr al consumir aproximadamente 60 g de
carbohidratos por hora durante las primeras 2-3 horas, asociado a proteína (20-25
g), junto con volúmenes apropiados de líquidos para rehidratar. Algunos
estudios sugieren que el uso de ayudas nutricionales antiinflamatorias como los
flavonoides (frutas rojas o negras).
Otro factor que pasa
desapercibido es el déficit de vitamina D en invierno. Hemos dedicado varios
artículos a la hormona vitamina D y ya hemos comentado sobradamente su
importancia (http://dieta-paleolitica.blogspot.com.es/2015/02/mas-cosas-sobre-la-vitamina-d.html).
Por todo ello, a modo de
resumen, podríamos decir que lo adecuado (al margen de otros factores como patologías
subyacentes, factores biomecánicos etc), sería seguir estos consejos
nutricionales:
1.- Mantener un peso
adecuado
2.- Hidratarse
suficientemente
3.- Seguir los criterios
de restauración rápida de glucógeno, agua e iones después de entrenos largos
4.- Mantener una dieta
rica en antioxidantes (frutas rojas y remolacha por el óxido nítrico) y pescado
y exenta de carbohidratos simples.
5.- Tomar el sol en
invierno, si es posible, o suplementos en su caso
6.- Finalmente, el
catabolito de la leucina, HMB consumido en dosis de 3 gramos por día también se
ha comprobado que es un suplemento efectivo.
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