¡Cuanto despilfarro!
Hace años que vengo oyendo las
barbaridades que se han cometido en este país nuestro construyendo aeropuertos,
autopistas etc, que nunca serán rentables, pero esta tarde he ido, por
casualidad, al hospital Santa Lucía de Cartagena y casi lloro de emoción.
He estado sentado (absolutamente en
solitario), junto a una piscina olímpica (cerrada desde su inauguración) y a
una pista de tartán (eso sí, laberíntica e imposible de transitar corriendo,
que digo yo, que será para lo que se ha colocado..).
¿Pero qué hace una piscina de esas
características y una pista tan especializada en un hospital? ¿Saben lo que
cuesta un revestido de tartán?
Cuando llegué a Murcia venía con mi
récord universitario en 5.000 mts y mi ilusión y planes de entrenamiento y
comencé a estudiar medicina. Recuerdo que la única pista de tartán era la que
tenía construida la Academia Gral del Aire en San Javier. Nosotros, como club
de atletismo, limpiamos y accedimos al uso de una pista de ceniza (llena de
plantas y con socavones de la falta de uso), en lo que los últimos estertores
de la dictadura habían creado junto a la carretera de Madrid. El complejo
residencial de Espinardo se alzó como el mejor ejemplo en la Región de los
nuevos equipamientos asistenciales impulsados por los tecnócratas de la
dictadura, concebido con una voluntad social, para prestar una asistencia
integral a los colectivos más desfavorecidos. Es decir, para niños sin hogar,
madres solteras y ancianos sin techo, habían hecho un gimnasio fantástico y una
pista de atletismo (ya vemos que hay precedentes de los disparates que estamos
haciendo ahora).
Nosotros desbrozamos la pista, la
alisamos y la utilizábamos para nuestros entrenamientos universitarios. Era el
Club de atletismo Albatros. Ahí entrenábamos un grupo de jóvenes estudiantes de
carreras universitarias.
Decir tartán, en aquél momento, era soñar
con el paraíso. Pues bien, llegó Barcelona 92 y España se cubrió de instalaciones
deportivas. No había población de mediana entidad, que no tuviera una piscina
cubierta y pista de atletismo. Recuerdo una frase del entonces consejero de Obras
Públicas cuando jugábamos a baloncesto y le comenté la falta de criterio al
construir tanta instalación. No te preocupes, me dijo, cuando acaben de
asfaltarlo todo, pararán.
Bueno, pues se llenaron los pueblos de instalaciones
sin previsión ni criterio técnico, se hicieron piscinas climatizadas para
tratar a no sé cuantas personas que tenían que nadar para sus dolencias; ¡qué
disparate!
Y ahora, me encuentro al lado de una
piscina olímpica y sobre una pista de tartán ¡En un hospital! No hay mejor forma de espantar a cualquiera que pretenda asociar ejercicio y terapia complementaria que poner algo elitista e imposible. Es como si pusiéramos un cine 3D en un Colegio de ciegos. ¿Cómo no se pensó en instalaciones multiuso?
Es la gran diferencia de ver un Hospital con instalaciones que favorecen el ejercicio, es decir, accesos de carril bici, escaleras atractivas, espacios de uso para momentos de ocio, como canastas, zonas de juegos etc. A ver, por el contrario, un espacio para hacer deporte de élite que nadie del Hospital va a utilizar (como de hecho ocurre).
Es la gran diferencia de ver un Hospital con instalaciones que favorecen el ejercicio, es decir, accesos de carril bici, escaleras atractivas, espacios de uso para momentos de ocio, como canastas, zonas de juegos etc. A ver, por el contrario, un espacio para hacer deporte de élite que nadie del Hospital va a utilizar (como de hecho ocurre).
Ni en la casa de un nuevo rico sin ninguna
clase ni sentido común se da tal falta de criterio y tanta irresponsabilidad.
De verdad, que me dan ganas de llorar…
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