Estudios científicos sobre suplementos
No seamos ingenuos. No podemos
aplicar de manera directa la investigación que se realiza por las grandes
multinacionales en el área de la farmacología con la de la suplementación y los
productos naturales. Cuando se intenta estudiar una planta o suplemento y se
siguen los pasos habituales en la investigación científica, los resultados son
inciertos y desesperanzadores. Las publicaciones no suelen contrastarse suficientemente
con otros estudios rigurosos; generalmente no se han realizado a doble ciego;
no se han efectuado con deportistas de buen nivel o tienen algún defecto
estadístico que los invalida y suelen efectuarse bajo el patrocinio de alguna
empresa involucrada en su
comercialización. Todo ello hace que la búsqueda sobre resultados
fiables de un compuesto o producto sea controvertida, obligando al asesor a
experimentar por él mismo. Lo que en el mundo de la farmacología es impensable,
es habitual en el mundo de la suplementación, un ejemplo es el montaje de
marketing de una conocidísima marca de suplementos que se basan en que el
magnesio le mejoró la artrosis a una licenciada en ciencias
químicas………¿????????
Seamos claros, en este momento la
investigación en formulaciones con interés terapéutico se basa en dos criterios
claros, la patente (que permitirá poner un precio en el producto que incluya
los enormes gastos de investigación) y la prevalencia de la enfermedad
objetivo.
Enfermedades sociales como las mentales, son objetivo de investigación por los laboratorios porque cumplen ambos requisitos. Sin embargo, la falta de control científico sobre el tema llega a generar dudas graves sobre esos tratamientos que inducen a científicos de alto nivel a considerar que las entidades profesionales garantes del rigor científico están contaminadas por el peso de empresas muy poderosas hasta el punto de “inventar” enfermedades muy controvertidas como el trastorno por déficit de atención, con la esperanza de encontrar dianas terapéuticas. “Si tienes un problema cardiovascular, preferirías ser un ciudadano de Los Angeles antes que de India”, dijo Benedetto Saraceno, director del departamento de salud mental y abuso de substancias en la sede de la Organización Mundial de la Salud OMS en Ginebra. “Si tuviera cáncer, me gustaría que me trataran en Nueva York antes que en Irán. Pero si tuviera esquizofrenia, no estoy seguro dónde preferiría ser tratado, si en Los Angeles o en India”.
La diabetes II es una pandemia en
la actualidad. Se trata de una enfermedad de la civilización, del sedentarismo
y de la mala alimentación. Los laboratorios presionan a los médicos buscando la
cura mediante medicamentos. Sin embargo, ningún medicamento mejora la
prescripción de ejercicio físico y dieta adecuada. Ellos lo saben y recurren a
otra estrategia (muy típica de despachos de expertos en neuromarketing y
demás….) patrocinan experiencias de actividad física terapéutica con lo que
trasmiten la señal de que no se oponen a tratar la enfermedad con ejercicio
físico, pero mediante el patrocinio controlan el experimento, verifican los
pasos y su posibilidad real de implantación y “conocen” mejor al enemigo. Al
final te dicen, el ejercicio físico es lo ideal, pero doctor, seamos prácticos,
de momento el paciente debe tomar el medicamento…. Más adelante (cuando se
acabe la patente) ya se crearán los medios para que todos hagamos más
deporte…..
Cada vez que leo sobre las
estatinas más consciente soy de la capacidad del DHA (docosahexaenoico) en
clínica cardiovascular, pero los consensos médicos siguen con las estatinas….
Los laboratorios invierten en estudios que cumplen todos los requisitos
científicos ¿Quién va a invertir esas cantidades en un ácido graso obtenido del
pescado que no es patentable? Pero ¿Y si este ácido graso es tan especial que
se convierte en un tema de interés para grupos relevantes de investigadores?
Pues tienen otra solución; creando confusión evitan el consenso. Si unos
investigadores utilizan ésteres etílicos de ese ácido graso, otros encuentran
supuestos beneficios con otro ácido graso diferente y otros más no encuentran
ningún resultado con el adecuado ¿Cuál es el resultado? El que encontramos
actualmente al buscar publicaciones sobre resultados de investigaciones con DHA;
resultados contradictorios ¿A quien beneficia? Veamos…. Las multinacionales
siguen vendiendo fármacos; las grandes empresas de dietéticos venden ácidos
grasos omega3 porque no tienen que basarse en consenso, les basta con
publicitarse en televisión y decir que lo recomienda la Fundación Española del
Corazón. ¿Quién es el perjudicado? El empresario que invirtió en tecnología
para crear un DHA tecnológicamente eficiente y “todos” nosotros que pagamos el
coste de estatinas y demás fármacos para tratar enfermedades que podrían tener
un tratamiento menos costos y con menos efectos secundarios.
Con todo este preámbulo, cuando
entro en PubMed y estudio las publicaciones de decenas de productos
“supuestamente” beneficiosos, el resultado es siempre el mismo: Todos están
demostrados en ratas; todos tienen algún efecto en humanos publicados en unos
pocos artículos. Sin embargo, la mayoría de esos artículos tienen defectos
importantes (no son doblemente enmascarados, o no están aleatorizados, no
tienen suficiente muestra, el estudio estadístico tiene defectos, tienen
conflicto de intereses etc etc). Y para terminar, todos tienen la coletilla
final… Se precisan más estudios para confirmar los resultados…….
Al final, se convierte uno en
experimentador del Cordyceps, o la Maca, la Teanina o la Damiana, Alholva,
Mucuna, Brassica etc etc. Ahora bien, eso sí, las experiencias solo le sirven a
uno, no hay método experimental.
Los lectores de este artículo
entenderán mi incredulidad cuando leo el escrito, sobre cualquiera de estos
suplementos, de un inexperto revisor de artículos en PubMed. Ahora me
entenderán cuando justifico opiniones dispares y contradictorias sobre
conocidos suplementos a los que todo el mundo les da carácter de universalidad…..
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