Cargando las pilas.... Seguimos en la lucha por una empresa social rentable
Han pasado casi dos años desde
que comenzó el proyecto de empresa de creación de trabajo protegido dedicada a
la venta en tienda y por internet, de suplementos para deportistas,
nutracéuticos, cosmética natural y productos de comercio justo y solidario. El
criterio inicial fue el de competir en un mercado infernal de productos de
dudosa eficacia, baja calidad o pésima formulación utilizando la experiencia profesional
como médico prescriptor e investigador universitario. Hemos creado un catálogo
basado en productos fiables, de comercialización seria y segura y hemos puesto
los precios más baratos del mercado. Hemos dedicado horas a atender y asesorar gratuitamente,
a todos los que nos han solicitado nuestra opinión y lo hemos hecho con la
atención y profesionalidad que uno emplea en su consulta.
Pues bien, toca hacer un pequeño
balance para que todos veamos a lo que nos enfrentamos.
Después de todo este tiempo y
esfuerzo dedicado, tan solo hemos podido crear dos puestos de trabajo y uno
solo protegido. ¿En qué nos hemos equivocado?
El problema es que hemos subestimado
el mercado y hemos partido de la base de que si un producto está aconsejado por
un profesional con experiencia, es más barato y tiene un fin social, se comprará en la web. Pues no es así
¿Razones?
¿Razones?
1.- No te compran si no te
conocen. Para vender cualquier producto, hay que dominar el mercado, saber
técnicas de marketing, invertir en publicidad etc etc
2.- En un mundo tan sometido a
fraudes y manipulaciones, nadie se fía de que intentes ser totalmente honrado y
de que el fin de tu acción sea puramente altruista
3.- El empleo protegido se basa
en la protección que brinda la empresa, pero también los demás empleados. En el
caso de la discapacidad psíquica, obliga a contratar un empleado más por cada
discapacitado para poder llevar a cabo una producción sostenible y competitiva
4.- Nadie, absolutamente nadie,
nos ayuda, salvo la gente “sana” que comprende la iniciativa y adquiere los
productos. Fuera de ese reducido grupo de gente, el resto sigue guiándose por
las técnicas de marketing y venta bruta (imagen, márgenes comerciales,
beneficios colaterales etc)
5.- Los poderes públicos no te
apoyarán. No hemos recibido ni una sola ayuda de las solicitadas. No nos han
dado ni una subvención para el fomento de pequeños empresarios, ni de
autónomos, ni para mejorar la tecnología, ni para acceder al mercado de
internet. Nada de nada. ¿Dónde van las ayudas públicas? Evidentemente a los
políticos les resulta más rentable conceder ayudas a organismos encargados de
domesticar a los enfermos mentales dándoles espacios para aburrirse y
actividades marginales.
No nos importa, seguiremos
luchando por proporcionar un empleo digno en un colectivo de jóvenes que
necesitan el trabajo no solo para tener un medio de vida, sino para “poder vivir”,
ya que la enfermedad mental sin el apoyo social y la reinserción laboral no
tiene salida salvo la domesticación farmacológica convirtiendo a los enfermos
en crónicos alelados marginados en asociaciones y centros de atención especial.
Un gran amigo y excelente
persona, Vicente del Bosque, nos escribía así al enterarse de nuestra
iniciativa:
Quiero, desde aquí, apoyar y servir
de altavoz para este tipo de iniciativas, ya que estoy seguro de que su
proliferación es algo bueno tanto para los que se ven beneficiados
directamente, como para la sociedad en general.
Porque por encima de cualquier otra
idea o matiz que queramos manifestar, he de explicar a aquellos que tal vez no
tiene tan cercano el mundo de la integración que precisamente el nivel más alto
de la misma, lo que podríamos definir como la "Plena Integración" es
precisamente que esas personas que presentan algún tipo de discapacidad accedan
al mercado laboral. (febrero de 2013)
Vamos a seguir en ello, aunque
estemos solos, queridos lectores.
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