Peculiares contradicciones (en apariencia)
Vamos a hablar de un
aminoácido peculiar, la cisteína. Se trata de un aminoácido considerado “no
esencial” porque lo podemos obtener a partir de la metionina y no estamos
obligados, por ello, a ingerirlo en la dieta como ocurre con los llamados “esenciales”.
No obstante, lo podemos
tomar en multitud de alimentos: Procedentes de animales: cerdo, pollo, fiambre,
huevos, leche. O bien procedentes de vegetales: pimientos rojos, ajos,
cebollas, el chayote, brócoli, col de Bruselas, gérmen de trigo.
Nosotros hemos hablado en
alguna ocasión de él, al comentar que el aislado de suero de leche es, entre
otras cosas, rico en cisteína y eso lo hemos alabado, puesto que este
aminoácido es el precursor del glutatión, el antioxidante por excelencia. El
glutatión no es un nutriente esencial, ya que puede ser sintetizado a partir de
los aminoácidos L-cisteína, ácido L-glutámico y glicina, pero es la cisteína el
aminoácido que puede ser limitante, ya que los otros son muy abundantes en el
organismo. En este sentido, hemos puesto en el aislado de suero de leche de
nuestra marca, “rico en cisteína, precursor del glutatión”.
Pero la cisteína,
también, es una importante fuente de azufre en el metabolismo humano. El azufre
de los grupos hierro-sulfuro y de las nitrogenasas es extraído de la cisteína y
pasa a convertirse en alanina (otro aminoácido) durante el proceso. El azufre
es muy importante porque el organismo que lo utiliza en forma de sulfuro de hidrógeno como agente terapéutico,
de esta forma, participa en la relajación de células musculares lisas del
sistema vascular, para la prevención y tratamiento de la hipertensión y ataques
de corazón. Inhibe procesos inflamatorios, y preserva la función de las
mitocondrias, en la enfermedad de Alzhéimer e incluso puede inhibir el
crecimiento de las células tumorales, en cánceres de próstata, de pecho y de
colon.
Pero ¿qué pasa si no
tenemos suficiente cisteína? Bueno, ya hemos dicho que el organismo puede
sintetizar este aminoácido a partir de la metionina y al hacerlo, sobreexpresa
(regula al alza) un gen, una vía alternativa que suplementa este aminoácido a
partir de la metionina, otro aminoácido con azufre. Esta nueva vía tiene la
particularidad de generar sulfuro de
hidrógeno como residuo. Este residuo es una molécula de pequeño tamaño,
capaz de actuar a nivel de la célula, del tejido e incluso a nivel de órgano,
por lo que su capacidad de actuación se prevé elevada y, además, genérica, y ya
hemos visto las fantásticas propiedades de este compuesto. De hecho, en un
estudio reciente que acaba de ser publicado en la revista Cell, Hine y colaboradores
consiguen explicar, a través del sulfuro de hidrógeno, el por qué son
beneficiosas las dietas restrictivas (al menos en animales), haciendo que los
animales investigados vivan más.
En fin, como vemos, el
organismo tiene recursos para utilizar las ventajas de tener un suministro de
ciertos nutrientes y de beneficiarse de lo contrario. Paradojas de nuestro
metabolismo y complicaciones que hacen más interesante dedicarse a la
suplementación individualizada y científica frente al marketing indiscriminado
y generalizado.
Comentarios