Más cosas sobre la vitamina D
La vitamina D cada vez tiene más interés como prohormona, que desde el punto
de vista de simple vitamina. En nuestra evolución, desarrollamos un mecanismo
que nos permitía usar los fotones de la luz solar al incidir en nuestra piel
para activar la vitamina, pero ahora, la menor exposición a la intemperie y el
uso de cremas solares dificulta la activación de la provitamina (nos pasamos el
día encerrados en edificios o protegidos de la luz solar).
La vitamina D ejerce su acción en el organismo activando o desactivando
genes, para lo que se une a una proteína conocida como "vitamina D
receptora" (VDR) que, en el interior de la célula sirve como un factor de
trascripción que actúa dentro del núcleo celular. Datos recientes señalan que
la administración de vitamina D aumenta la expresión de esta proteína receptora
a nivel muscular, interviniendo en la contracción muscular, crecimiento
diferenciación y proliferación de células musculares y en la inflamación
(relacionada con la propia hipertrofia muscular). De hecho, la deficiencia de
vitamina D causa debilidad muscular. Los músculos esqueléticos tienen un
receptor de la vitamina D y podrían requerir la vitamina D para la función
máxima. Diversos estudios han encontrado que la velocidad de rendimiento y la
fuerza muscular proximal mejoraron notablemente cuando los niveles de calcidiol
(la forma circulante de la vitamina D), aumentaron 4 ng/ml por encima de 40 ng/mL.
Principales recomendaciones del documento de posición sobre las necesidades y niveles óptimos de vitamina D de la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral y Sociedades afines
* Se considera que los niveles óptimos de vitamina D deben
estar entre 30 y 75 ng/ml, y que son claramente patológicos niveles
inferiores a 20 ng/ml
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* La prevalencia de deficiencia de vitamina D en población
española (< 20 ng/ml) oscila entre el 30% en los jóvenes y el 87% en
los ancianos institucionalizados, siendo en las edades intermedias (adultos,
postmenopausia) y en ancianos no institucionalizados entre un 50 y un 70%
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* Requerimientos de vitamina D:
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• Niños, adolescentes: 400-600 UI/día
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• Postmenopausia: 600-800 UI/día
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• Ancianos: 800-1.000 UI/día
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• Pacientes con osteoporosis: 800-1.000 UI/día
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• Pacientes fracturados: 800-1.000 UI/día. Es aconsejable
realizar una determinación de los niveles de 25 (OH)D, y cuando no fuera
posible recomienda el uso de dosis superiores
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• Pacientes que reciben corticoides: 800-1.000 UI/día
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* Se establece que cuando existe deficiencia de vitamina D
son necesarias dosis más elevadas para conseguir los niveles óptimos
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* En el caso especial del anciano institucionalizado,
debido a la gran dificultad de alcanzar los niveles necesarios de vitamina D
a través de medidas higiénico-dietéticas, se debe satisfacer los
requerimientos mediante suplementos de vitamina D
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* No hay datos suficientes para concluir que el aporte de
vitamina D mejore la fuerza muscular
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* La prevención de la osteoporosis debe realizarse con
unos buenos hábitos higiénico-dietéticos (adecuada exposición solar,
alimentación rica en calcio). El uso de suplementos se justifica en
situaciones que dificulten la obtención de los niveles óptimos
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* No existe evidencia de que el tratamiento exclusivo de
calcio y vitamina D tenga eficacia en la prevención de fracturas, salvo en
determinada población, como los ancianos institucionalizados
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* Siempre que se emplee un fármaco de acción
antiosteoporótica se debe añadir suplementos de vitamina D
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