Buscar en Internet, sí, pero con sentido crítico
Estamos en una sociedad de la
simplificación. El aumento de información debido a la mayor investigación, por
un lado, y a la enorme difusión de las redes sociales e internet, por otro, nos
lleva a una paradójica desinformación que, desafortunadamente, se camufla de “conocimiento”.
En el siglo pasado era frecuente que, al
mantener una conversación, se considerara petulante y arrogante, emplear
términos o conceptos que se atribuían a especialistas o “intelectuales”. En
este momento, es habitual que en foros especializados (no digo ya en foros de
coches o similares), aparezcan respuestas como la que copio, obtenida en este
momento, de un foro de historia de España
Jarto de que los pseudo historiadores de wikipedia,
se arropen en un honoris causa wikipedio, para comentar. Todos los reyes
leoneses, castellanos y hasta navarros tenian como orgullo considerarse
descendientes de los godos hasta alfonso decimo el sabio………. si se sabe que era
seguidor de rodrigo, de echo, listillo, rodrigo estaba en confrontacion con los
nobles vascones, cantabros en relacion a los tributos y a la pseudo sublevacion
por ser seguidores de witinza, cuando los musulmanes invasores , entraron en la
peninsula como mercenarios de los seguidores de witinza, asi que deja de poner
majaderias y aplica los codos chabalito.
Copiado
textualmente y sin corregir faltas de ortografía
Por otro lado,
hace poco, leía que seis de cada diez búsquedas en Google se relacionan con la
salud y que el buscador, del mismo modo que ya ofrece información sobre los
alimentos en la misma página de búsqueda, sin tener que hacer click en ningún
enlace, comenzará en un futuro próximo a dar información cuando la búsqueda sea
sobre un tema de salud, o sobre una lesión o enfermedad.
Pues bien, en este momento, se considera
que solo un 25% de la información que se puede consultar en un buscador, es
fiable. No me extraña, pues, que ahora todo el mundo sepa (o así lo crea) de
todo. Hemos pasado de la falta de información, a la información falsa o
manipulada.
En ciencias de la nutrición humana, el
tema es escalofriante, ya que la simplificación lleva a graves errores. Pondré
algunos ejemplos
- Se presentan estudios serios
y rigurosos de que la dieta baja o muy baja en carbohidratos mejora diferentes
patologías muy prevalentes en este momento, como diabetes 2, por ejemplo.
Rápidamente se crean movimientos de dietas cetogénicas que llevan al extremo su
alimentación considerando “malos” alimentos como legumbres o cereales en su
conjunto. El argumento empleado es que no son alimentos propios de nuestra
especie en la evolución, pero este criterio tiene un fallo de concepto al
ignorar la epigenética y las adaptaciones que somos capaces de generar. En este
mismo sentido, la falta de conocimiento riguroso hace que estos seguidores
fanáticos, olviden las publicaciones científicas que alertaban de riesgos
graves por falta de selenio en niños con epilepsia refractaria tratados con
dietas cetogénicas.
-
Los médicos del deporte
alertamos de la necesidad de hidratarse y evitar patologías graves por calor en
los primeros maratones populares que comienzan por la década de los 70 del
siglo pasado y rápidamente, surgen movimientos de la industria que acaban
generando webs y páginas de rehidratación (como El OHS, que es una iniciativa
impulsada por la Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes
Analcohólicas (ANFABRA) con la colaboración de profesionales bien remunerados).
Se olvidan, sin embargo, que las muertes en corredores de larga distancia, han
estado más relacionadas con el déficit de sodio promovido al ingerir líquidos
con un criterio inadecuado (no por no ingerir líquidos en general).
-
Asimismo, los médicos del
deporte alertamos de los problemas de depósitos de hierro (deducibles a través
de la Ferritina plasmática), en nuestros deportistas de fondo y,
particularmente, en mujeres dedicadas a deportes de larga duración. Pues bien,
rápidamente se lanzan al mercado suplementos de hierro para tomar por toda la
población, con la publicidad como reclamo relacionando hierro con fuerza. Sin
embargo, esas fuentes olvidan la relación, que se empieza a conocer, entre el
aumento de Ferritina plasmática y la diabetes 2 en varones no deportistas, que
explicaría la diferencia de género en esta patología.
En fin, hay muchos ejemplo que podríamos
poner acerca de cómo la simplificación en la información, o simplemente, la
información tendenciosa, puede dañar al lector ingenuo que entra en un buscador
creyendo que se adentra en una biblioteca científica de divulgación. No
olvidemos que en internet todo el mundo puede publicar.
Y lanzo una pequeña advertencia a todos
los consumidores de leucina (seguidores de aminoácidos ramificados 10:1:1 e
incluso 16:1:1), sin límite ni descanso, ya que hay una conocida enfermedad
metabólica que nos enseñó a los médicos, hace ya tiempo, la neurotoxicidad de
la Leucina en elevadas concentraciones. Ahora, hay estudios que señalan que la
administración crónica de Leucina puede estimular el estrés oxidativo en la
corteza cerebral y el hipocampo (algo que la Creatina parece que puede evitar).
Y podría seguir, y seguir…
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