La leche, continúa la controversia sobre la beta casomorfina 7.



La ingesta de lácteos está sometida a un montón de tópicos y misterios, hasta el punto de que se ha convertido en un desencuentro entre médicos, naturópatas e investigadores, siempre con el telón de fondo de miles de millones de dólares por medio, debido a la presión de las multinacionales lácteas. Debido a que se vuelve a poner de moda la presión sobre la leche de vaca y sus "maldades", vamos a aclarar lo que se sabe al respecto.


Hay que comenzar diciendo que existe una alergia a la leche de vaca, manifestada –como todas las alergias alimentarias-  por una respuesta anormal a su ingesta con un mecanismo inmunológico comprobado. Tras la exposición al alérgeno, la persona se sensibiliza y produce anticuerpos específicos para algunas fracciones proteicas de la leche, son las inmunoglobulinas E (IgE) especificas, IgE anticaseina, IgE antibetalactoglobulina. En España el porcentaje de alérgicos a la leche de vaca está cercano a un 2% de la población.
Por otro lado, existe una intolerancia a la lactosa (azúcar de la leche) debido a que el organismo produce poca o ninguna cantidad de la enzima lactasa, produciénodose un cuadro clínico con cólicos, distensión abdominal y malabsorción, como manifestación a la incapacidad de responder adecuadamente a la presencia de este azúcar en el conducto digestivo. Esto se debe a una intolerancia natural del organismo humano a la leche de vaca, por ser de otra especie y no poder digerirla. Nuestra especie desarrolló una mutación específica que permitió a las sociedades agricultoras y ganaderas de hace unos miles de años, pero solo en esas poblaciones ganaderas, por lo que otras culturas no desarrollaron la mutación y toleran mal la leche de vaca (raza negra, orientales…). La enzima lactasa, también llamada beta-D-galactosidasa, se sintetiza si al menos uno de los dos genes que la codifican están presentes. Solamente cuando la expresión de ambos genes está afectada se reduce la síntesis de la enzima lactasa, lo cual a su vez reduce la digestión de lactosa. 



Finalmente, existe una sensibilidad individual a los distintos péptidos que incluye la leche de vaca, particularmente un derivado de la beta caseína, que es una cadena con 229 aminoácidos, incluyendo la prolina en el número 67 en las vacas de razas antiguas, llamadas A2. Estas incluyen vacas Guernsey, Jersey, Asiática y Africana. Las vacas que tienen esta beta caseína mutada cambiando la prolina por histidina, son las vacas A1. Estas son razas históricamente más recientes, como las vacas Holstein y Friesian. La cadena proveniente de esta histidina es un fragmento de proteína conocido como beta casomorfina 7 (BCM 7). Desafortunadamente, la mutación se extiende cada vez más por la cabaña vacuna.

Bien, ya tenemos identificado un problema importante, las vacas con la mutación A1, producen beta casomorfina 7. 
¿Cómo afecta esta sustancia al ser humano?
En primer lugar, hay que decir que la beta casomorfina 7 es un opiáceo y puede causar efectos negativos en el organismo si se absorbe (fundamentalmente enfermedades neurológicas o con componente autoinmune).

¿Pero se absorbe esta sustancia en el intestino?
Pues no debería, porque es una molécula bastante grande, de hecho, no ocurre si el intestino no tiene problemas estructurales, pero sí puede ocurrir en personas con un intestino más permeable de lo normal, con intolerancias (por ejemplo al glúten), o enfermedades inflamatorias (intestino irritable), úlceras de estómago, problemas hepáticos o simplemente inmaduros, como es el caso de los bebés.
Decíamos en una entrada anterior (Enlace) que existe una controversia creada a raíz de unos estudios en Nueva Zelanda y Australia hace unos diez años, en los que en experimentos con roedores, se vinculaba la ingesta de leche de vacas A1, con diabetes, cardiopatía isquémica, autismo y esquizofrenia entre otras patologías muy importantes. Los experimentos dieron lugar a contraanálisis patrocinados por las empresas lecheras y a denuncias en los tribunales por una y otra parte, e incluso nació una empresa con el objetivo de promocionar la leche de vacas A2 e ir eliminando paulatinamente la raza mutada (al final pongo los datos de la empresa, por si alguien quiere invertir en bolsa....).

La proteína beta casomorfina provoca inflamación de los vasos sanguíneos, y se asocia selectivamente a las células epiteliales en membranas mucosas como la nariz y la garganta, donde pueden estimular las secreciones de las mucosas. Este es el argumento por el que en medicina naturista se ha achacado a la leche la “cualidad” de incrementar la producción de moco y perjudicar a alérgicos, asmáticos etc.

La literatura científica sigue dividida en este ámbito y hay artículos a favor y en contra de estas posiciones (al final incluyo algunos demostrativos de ambas tendencias), por lo que debemos adoptar el principio de precaución y tomar determinadas medidas
1)    No incluir la leche de vaca en los bebés sin prescripción médica y, en caso afirmativo, utilizar la leche procedente de vacas A2
2)      No tomar leche cuando se tiene un intestino permeable (enfermedades intestinales) sustituyéndola por bebidas vegetales (agua de avena, de quinoa, de alpiste etc)
3)      Cambiar la procedencia de le leche cuando se observa un aumento de mucosidades
Hay que ser conscientes de que:
-          Si no se tienen problemas intestinales, la beta casomorfina 7 no se absorbe y la leche se puede tomar sin restricciones (siempre que no haya alergia o intolerancia a la lactosa)
-          Si se tiene duda, las alternativas a la leche de vaca son muchas y van desde la leche de cabra a bebidas vegetales a las que se añade calcio (que por otra parte también está presente en determinados vegetales (crucíferas), legumbres, pescado y frutos secos).

Por otro lado, no se sabe si la proteína beta casomorfina 7 puede ser un problema en el queso, helados, yogurt, leche u otros productos lácteos. En Francia no se aceptó la A1 razas de vaca, de modo que los quesos franceses se hacen con leche A2. En los EE.UU. sólo hay una factoría de lácteos con vacas A2 hasta la fecha, que se encuentra en Firth (Nebraska).

Enlace a la página que explica lo de la casomorfina en profundidad


* La leche A2 es una marca registrada de la A2 Corporation. La A2 Corporation da licencias a productores de leche y distribuidores para utilizar la identificación registrada Leche A2 a la leche que ellos producen. La licencia solo se otorga a aquellas compañias con vacas que producen la proteina β-caseina A2, no la A1. La proteina β-caseina A1 es el tipo de proteina que más comunmente se presenta en la leche de vaca producida en Europa (sin contar Francia), Estados Unidos, Australia y Nueva Zelandia.
 

Bibliografía:




Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Y las leches de vaca comercializadas en España? Son principalmente de tipo A1 o A2?
Creo que esto no se especifica en los briks del supermercado. Hay alguna forma de saberlo?
Un saludo y gracias.
Antonio
Sara ha dicho que…
Tengo entendido que en la 'Rubia gallega', al igual que la Holstein, predomina la mutación A2, libre de beta casomorfina 7.
Pero no lo tengo comprobado.
Dr Villegas ha dicho que…
Es España no hay forma de saberlo porque no está legislado. Nadie va a verificarlo porque no es un tema que preocupe a la opinión pública ni a la comunidad científica. La polémica australiana está en las antípodas, es decir, demasiado lejos y la U.E. tiene por delante temas candentes como los disruptores endocrinos, con los que no sabe qué hacer...

Desconozco lo de la vaca Rubia gallega. Si alguien lo sabe, que nos lo aclare, pero en cualquier caso, ¿quien sabe qué marca de leche del mercado viene de qué raza?
Anónimo ha dicho que…
Muchas gracias por ambas respuestas, aunque creo que la de Sara está algo "liada".
Si entiendo bien la entrada del Dr Villegas en la raza Holstein predomina la mutación A1.

Un saludo.
Antonio
Anónimo ha dicho que…
Habiendo muchas alternativas y sanas con calcio como el sésamo, el girasol y verduras de hoja verde, etc., EL SER HUMANO DEBE PAGAR POR SU CRUELDAD A LOS ANIMALES MEDIANTE LA ENFERMEDAD.

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